Un destino propio

Ediciones B ha recuperado recientemente la novela de María Montesinos que ella misma publicó de forma independiente bajo el título de El indiano. Ahora lleva otro título, Un destino propio, que hace referencia a una frase de Emilia Pardo Bazán pronunciada en un discurso en 1892 y, que como veréis, tiene mucho que ver con la esencia de la novela.

La novela arranca en Madrid en el año 1883. Micaela Moreau tiene veintiocho años y es lo que se considera una solterona. Gracias a su padre, un francés al que se le daban bien los negocios, su familia siempre vivió con holgura. Sin embargo, la enfermedad que este sufrió durante los últimos meses de su vida consumió practicante todos sus recursos económicos dejando a su madre y a Micaela en un posición muy difícil.

Gracias a su padre, que la ofreció una ecuación liberal y feminista, Micaela sueña con ser libre e independiente. Estudia para ello aunque su madre y su tía ven como única salida que encuentre un buen partido y se case con él. Algo que no la agrada y a lo que no piensa ceder, ocurra lo que ocurra. Si se casa, lo hará por amor.

Durante el verano Micaela se traslada a Comillas a la casa de su tía Elvira. Es uno de los lugares que se han puesto de moda y por donde pasa lo mejor de la sociedad. Allí es donde se cruza con un hombre llamado Héctor Balboa, un indiano que ha regresado de Cuba dispuesto a introducirse en los negocios - y la alta sociedad- de la zona y seguir amasando fortuna. Sin embargo esto es solo una apariencia porque su regreso obedece a razones mucho mas poderosas que el dinero.

María Montesinos ha escrito una novela que plasma a la perfección una forma de entender y vivir la vida en una época y lugar concretos por lo que podemos considerar que se trata de una novela de ficción histórica. Y para ello se centra en el papel que desempeñaba la mujer en la sociedad. de ella solo se esperaba que tuviera hijos, que se ocupara de la casa, que supiera coser, tocar el piano y pocas cosas más. Además de ser la alianza perfecta en cuestiones económicas. Si. El matrimonio no era por amor sino por interés. Y aunque la sociedad presionaba había mujeres que querían cambiar la historia, ser dueñas de su destino y lucharon por ello.

En esa trampa caerán los personajes. Micaela y Héctor, que se enfrentan a unas normas no escritas pero que hay que cumplir. Ella es despierta, curiosa e inteligente. Educada en la creencia de que una mujer puede hacer muchas más cosas de las que se le permiten. Una mujer de ciencias que aspira a mucho aunque consciente de la realidad está dispuesta a ser institutriz con tal de no casarse. de hecho buscará un trabajo sin que su familia se entere.

Héctor es el indiano, un hombre con un asunto pendiente que tiene que resolver. Algo muy importante para él y que tiene que ver con su pasado. Se marchó de allí siendo solo un niño y a su regreso encuentra una sociedad bastante cerrada y exclusiva que desconfía y que no le aceptara fácilmente por mucho dinero que tenga.

Obviamente estos dos personajes se entrecruzan en la novela pero no os voy a decir qué ocurrirá con ellos.

Un destino propio no es solo el reflejo de una sociedad en diferentes localizaciones de España como Santander, Madrid o Bilbao. Es la imagen de sus gentes, de sus fiestas, de la moda, de sus costumbres, de sus pensamientos, sus lugares o edificios, de hombres y mujeres que hicieron historia y los acontecimientos que vivieron... Es a la vez, una historia de amor, de venganza, de superación, de elecciones, de desigualdad social... Una novela muy disfrutable gracias a sus personajes maravillosamente dibujados y a las diferentes subtramas que generan sus diversos personajes. Yo solo os he mencionado dos pero hay bastante más.

No se puede negar que la novela tiene una ambientación y contextualización exquisita. La autora la recrea a la perfección creando imágenes muy nítidas en la mente del lector. Por una parte es algo muy bueno porque te vas imaginando todo a la perfección e incluso hay momentos que parece que lo vives. Sin embargo todo este nivel de detallismo en algunos momentos creo que también juega en contra del ritmo al que transcurre la historia siendo lastrado en ciertos momentos por párrafos que se alargan demasiado. O con algún apunte histórico que no era del todo necesario.

En general no es una novela con mucho ritmo aunque la mayor parte del tiempo no me ha importado. La autora tiene una bonita forma de narrar, que es muy confortable.

Por todo lo dicho creo que merece la pena su lectura. Un destino propio me ha resultado una lectura que me ha atrapada y que he leído encantada. Sus personajes y vivencias personales me han cautivado a pesar de esas pérdidas de ritmo que he sentido en ciertos momentos.

Antes de hablaros de lo mucho que me ha gustado este libro, voy a avisar (evidentemente a aquellos que no lo sabéis) de que esta novela de María Montesinos publicada ahora por Ediciones B, ya había sido publicada anteriormente con el título "El indiano" y es algo que he descubierto justo antes de escribir esta reseña gracias a una fotografía que he visto en el Instagram de la autora.

Dicho esto, y para que os hagáis una idea de lo mucho que me ha gustado esta novela, os diré que pensé que me duraría toda la semana y al final me leí sus seiscientas páginas en dos tardes. Ya sé que no se trata de ver quién lee más rápido, pero es que me enganchó de tal forma que no podía (ni quería parar).

"Un destino propio" arranca en el año 1883 y está protagonizado por dos personajes que son maravillosos y que me han encantado.

Primero conoceremos a Micaela Moreau, una mujer de veintiocho años (considerada una "solterona" en la época) que vive en Madrid con su madre enferma y cuyo padre, Alphonse Moreau, murió hace algo menos de un año. Su situación económica no es buena y su madre junto con su tía Elvira, sueñan con casar a la "niña" con un buen partido que la deje en una buena posición, lo que estaría genial si también fuera ese el deseo de Micaela, pero lo cierto es que no lo es para nada. Si algo fomentó en ella su padre, gran amante de las ciencias, las artes y el progreso, fueron las ganas de aprender porque el conocimiento es la base de la libertad de toda persona y desde luego Micaela tiene otros planes: no se casará con nadie porque sea lo correcto, lo fácil o lo que se espera de ella. Está dispuesta a quedarse soltera, a buscar un trabajo (si es posible impartiendo clases a niñas que no tienen la oportunidad de aprender las mismas materias que los niños) y a ocuparse de su madre. Gracias a una amiga quizás surja una oportunidad para ella en un Colegio para Señoritas en Santander.

«Nunca renuncies a tu libertad, ma chèrie. Nadie puede ser dueño de nadie, nadie puede regir el destino de nadie. Solo tú eres dueña de tus pensamientos, tus actos y tu destino. No dejes que nadie te quite eso. No hay más Dios que la razón.»

El segundo personaje importante de esta historia es Héctor Balboa "El indiano". Héctor ha regresado de Cuba a Santander de donde se marchó siendo apenas un niño de doce años. Durante veintitrés años ha soñado con volver y vengarse de quien arruinó la vida de su familia. Cuando Héctor abandonó Santander, con todo el dolor de su corazón, dejó también atrás a su hermana pequeña, pero ahora es tiempo de ocupar el lugar que se ha ganado a pulso con tanto esfuerzo y trabajo y recuperar a la única familia que le queda. Héctor también busca hacerse un hueco entre la clase alta santanderina, pero tener dinero no será suficiente, por lo que su abogado le aconseja buscar una buena esposa que solucione ese pequeño "inconveniente" y quizás Comillas en verano sea el escaparate ideal elegir candidata.
Aquí los negocios se sellan ante un altar, por matrimonio, con la bendición del obispo o incluso del Papa, si es posible. Así se han tejido las alianzas entre las familias harineras de Castilla y los navieros de Santander, entre otras muchas. Su fortuna, señor Balboa, es una excelente tarjeta de presentación, pero no basta para hacerse merecedor del respeto y la confianza de esta gente. le abrirán las puertas a sus tertulias políticas, a sus bailes y sus casinos, pero necesitará una alianza más fuerte para entrar en sus negocios y convertirse en uno de ellos. Una alianza matrimonial. Solo así podrá hacerse un hueco aquí.

Lógicamente son muchos más los personajes que transitan por estas páginas, incluido un malvado de manual infame y ruin que hace valer su poder en base a su nombre y posición, pero el peso de la historia recae principalmente en Micaela y Héctor.

"Un destino propio" es una novela de ficción histórica, con una evidente e importante parte romántica que si bien es previsible desde el principio, consigue mantenernos expectantes hasta casi el final de la novela, pero también es la historia de la ambición de una mujer adelantada a su tiempo, curiosa, inteligente y luchadora, cuando lo que se esperaba en aquella época era que una mujer obedeciera y cerrara la boca. Micaela no descarta ser esposa y madre, pero que no lo considera su meta en la vida y está dispuesta a luchar por aquello que le enseñó su padre por mal que lo vean los demás. A la vez es también la historia de una venganza, la de un "indiano" dispuesto a arruinar por completo la vida del hombre que arruinó la suya, pero también la historia un hombre justo, honrado, y fiel a sí mismo.

"Un destino propio" es una novela maravillosamente ambientada. A mí este tipo de libros me despiertan siempre tanta curiosidad que acabo buceando por internet buscando imágenes que complementen lo que la autora ya ha conseguido hacerme ver. El entorno y los escenarios por los que se mueven los personajes (curiosidades sobre Comillas o Santander que harán las delicias de quienes ya conocen la zona), los edificios, las fiestas, los vestidos... todo está descrito maravillosamente sin que se haga pesada la lectura en ningún momento.

Me ha gustado por ejemplo, saber un poco más sobre la construcción de la casa Quijano, conocida como "El capricho" situada en Comillas. Aunque la autora se ha tomado la pequeña licencia de construirla en 1883 para que encajara en la historia, realmente su construcción terminó en 1885.
Fue un encargo de otro indiano (Máximo Díaz de Quijano) y a golpe de vista ya se ve que quien estaba detrás del proyecto era Antoni Gaudí, aunque él nunca estuvo presente en Comillas durante su construcción, sino que se hizo bajo la dirección del arquitecto Cristóbal Cascante, amigo y compañero del propio Gaudí.

La verdad es que ha sido un libro que me ha hecho desconectar de todo, que me ha atrapado tanto por la historia como por la forma en que nos la cuenta su autora y que me ha llevado de paseo por Madrid, Santander, Comillas, Bilbao... Me han gustado los personajes principales de cuya evolución he disfrutado mucho (aunque tengo que decir que si Balboa se hubiera vengando un poquito antes no habría estado mal), también los personajes secundarios son maravillosos, incluido el infame y ruin, es cierto y además me ha gustado encontrarme entre sus páginas referencias a mujeres como Emilia Parzo Bazán o Concepción Arenal. de verdad pienso que es un libro que gustará tanto a quienes disfrutan habitualmente de las novelas de ficción histórica como de las de romántica histórica. Todo está muy equilibrado y hace la lectura muy agradable.

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Publicada originalmente y de forma independiente como "El indiano", María Montesinos trae de nuevo, bajo el sello de Ediciones B, esta nueva versión de la novela con el título de "Un destino propio", como consecuencia de una frase de Emilia Pardo Bazán enunciada en el Congreso Pedagógico Internacional de 1892.

En "Un destino propio", María Montesinos realiza con exactitud y pulcritud un retrato de la sociedad española a finales del siglo XIX, haciéndola una obra tan visual que el lector, conforme progresa en su lectura, puede llegar a imaginar claramente los paisajes y el ambiente descrito gracias al estilo elegante, pulcro y descriptivo de la autora. Personalmente creo que no sería extraño verla muy pronto adaptada cinematográficamente.

Se trata de una novela histórica muy bien lograda en la que la autora describe, de manera pormenorizada, lugares, instituciones y acontecimientos propios de la época. Logrando una exquisita ambientación histórica, social y política. Así mismo, la sola mención de grandes mujeres de la época que son referentes e inspiracionales para la protagonista como Concepción Arenal, Rosalía de Castro o la propia Emilia Pardo Bazán fortalecen el marco histórico y la temática reivindicativa que sigue.

Por otro lado, es de destacar las referencias culturales que enriquecen la descripción de las localizaciones que sirven de contexto para la historia, desde Madrid hasta Cantabria, María Montesinos juega con nuestra imaginación y nos lleva a caminar con Micaela por el Parque del Buen Retiro, recorrer las calles del barrio de El Sardinero o conocer de primera mano la construcción de "El Capricho" de Antonio Gaudí.

Todo ello refleja el gran proceso documentativo, destacado en una nota final, por el que la autora ha pasado para la recreación de una atmósfera tan real como le es posible a alguien que no ha vivido en ella.

El personaje de Micaela nos retrata a una joven adelantada a su tiempo, con voz propia, educada de una forma poco convencional y con unos pensamientos vanguardistas revolucionarios a lo acostumbrado. Se adapta a su condición de mujer y acepta sus limitaciones, pero no se conforma con ello y se rebela enfrentándose al constreñimiento de las convenciones sociales. La joven defiende tenazmente la educación femenina para todas las clases sociales, y la modernización de contenidos lejos de las labores domésticas o las matemáticas básicas para llevar las cuentas del hogar. Esta contraposición de pensamientos se encuentra patente en la mayor parte del libro, especialmente en los comentarios que le hacen a Micaela la familia por su deseo de mantenerse soltera y forjar su propio camino como maestra de forma independiente.

Así mismo, la historia de Héctor Balboa viene a redondear la novela al mostrarnos puntos muy interesantes acerca de la sociedad en esos tiempos, el machismo inherente, la desigualdad social, la hipocresía, la corrupción, el abuso y el rezago económico de España en comparación con el resto de Europa. Así mismo, su propio personaje tiene una lucha interna entre el deber y el corazón que mantiene en vilo al lector durante la mayor parte de la novela.

A pesar de que la relación entre Héctor y Micaela está configurada como una historia de amor prototípica mostrando una atracción sexual desde el primer momento, no se basa en ella en ningún momento, sino que más bien su idilio se va fraguando lentamente conforme se van conociendo poco a poco y compartiendo diversos momentos.

Personalmente me ha gustado mucho pues no solo se trata de una bonita historia de amor envuelta en venganzas, secretos, drama, feminismo y la búsqueda de un destino propio por parte de ambos protagonistas, sino que se envuelve en un mágico y sobresaliente ambiente histórico con personajes secundarios deliciosos y unas temáticas destacadas dignas de reflexión, entre las que destaca, sin duda alguna el feminismo.

Una novela exquisita, inspiradora y, sin duda, acorde a estos tiempos en los que continuamos urgentemente en busca de la equidad de género. Un homenaje para todas aquellas mujeres que alzaron la voz en lucha por una verdadera educación femenina. Muy recomendable para disfrutar largamente.

Primer libro que leo de la autora y ya os digo de antemano que no será el último.

Nos encontramos ante una historia preciosa, llena de reivindicaciones en defensa de la mujer y de su libertad, donde podemos observar el papel de ésta a finales del siglo XIX, donde abundaban los matrimonios de conveniencia entre familias de bien, el aparentar de las clases sociales y donde sólo unas pocas privilegiadas podían acceder a la educación que, a todas luces, distaba mucho de la que recibían los hombres. Trata también el tema de la falta de libertad de la mujer a elegir su futuro y de como la sociedad tenía asumida la idea de las mujeres como "seres inferiores"

La protagonista, Micaela Moreau Altamira, es una mujer fuerte, de grandes convicciones y defensora de los derechos de la mujer, sobre todo el derecho a la educación del mismo modo que los hombres. Con una gran vocación por ser maestra lucha por sus ideales aunque en ocasiones se doblegue a los cánones de la época en ciertos temas.

El co-protagonista, Héctor Balboa, es un hombre hecho a sí mismo, con un carácter fuerte, un indiano que consiguió su fortuna a base de mucho trabajo y esfuerzo en Cuba y que regresa a su pueblo natal en busca de venganza por un hecho de su infancia que lo marcó.

Una historia con una narrativa muy ligera, que te atrapa, narrada en tercera persona y con unos personajes con los que he empatizado muchísimo.

Un libro con tintes románticos que, sin lugar a dudas, recomiendo

En pocas palabras: una maravilla.

Nuestra protagonista, Micaela, es una joven cuya edad se sitúa, según la sociedad, en el grupo de solteras, algo que a ella no parece importarle demasiado. No tiene fortuna aunque sí un apellido con cierto valor, que su madre no duda en usar para buscarle un marido. Ella vive con su madre, cuyo estado de salud delicado preocupa a Micaela, recién terminados sus estudios desea convertirse en profesora y gracias a una amiga consigue una posible entrevista, aunque no en Madrid, donde vive. Aprovechando la invitación de su tía a pasar un tiempo con ella y su familia en Comillas, Micaela se embarca en lo que, para ella, podría ser convertirse en maestra. En comillas conocerá una sociedad crítica, superficial, en la que conocerá a Héctor un indiano recién llegado de Cuba donde ha conseguido amasar una buena fortuna. Ante la perspectiva de que habrá una escuela para los hijos, no hijas, de los aldeanos, Micaela buscará que estas también reciban una educación adecuada.
Ambos sienten algo por el otro, pero también saben que eso está fuera de sus planes. Micaela renunció al matrimonio tras una pérdida dolorosa y no busca un marido, su mayor deseo es conseguir que las niñas puedan recibir la educación que merecen. Hector busca un matrimonio adecuado para sus planes, una joven rica y con un apellido que le sirva a sus propósitos de venganza, y Micaela no cumple esos requisitos.

La historia se desarrolla a un ritmo muy bueno, es fluido y te engancha (me lo leí en dos días, casi uno, el primer día unas 100 páginas, y al día siguiente no pude soltarlo hasta terminar).

El personaje de Micaela me encanta, es fuerte, valiente, segura en sus decisiones y firme en sus ideales. En una sociedad en la que se condena a la mujer por no estar casada, por trabajar o incluso consideran que no necesitan aprender, ella se esfuerza por mostrar a la gente que las mujeres tienen más valor, no son decoración en una casa o trofeo de un hombre. Lucha por lo que considera justo, con y sin la ayuda de nadie.

Otro personaje al que le cogí cariño fue a Ana, su prima más pequeña que muestra interés en aprender más, en descubrir el mundo que la rodea y que no entiende porque una mujer no puede ser alcalde o juez, si Isabel la Católica podía gobernar un país al igual que un hombre.

Me asombra la capacidad de la autora para hilar la trama de los protagonistas con el contexto social del momento, con una mentalidad en la que la mujer sólo debía aportar obediencia, fineza, elegancia, hermosura y una dote en un matrimonio. Donde los caballeros no se sienten atraídos por damas demasiado instruidas.

En críticas que he leído sobre la autora, había comentarios sobre el contenido real, diciendo que era excesivo, personalmente este tipo de contenido me gusta, siempre que no sea denso ni pesado. En este libro no me lo han parecido, si hay algunos fragmentos que en caso de no aparecer no restaría a la historia, pero no son demasiado extensos. No se como sean sus otros dos libros, pero espero poder leerlos dentro de poco.

La autora me ha sorprendido mucho, y deseo continuar con sus obras.
Si lo has leído me encantaría saber tu opinión. En caso contrario te animo a leerlo.