En esta tercera parte de la trilogía nos encontramos con unos acontecimientos completamente distintos. Los crímenes en esta ocasión ya no giran alrededor de la Red Púrpura, sino que encontramos a unos nuevos asesinos con unas motivaciones completamente diferentes. Además, en este caso ya no tenemos como principal protagonista a la inspectora Elena Blanco, con lo que todo ha cambiado. Me ha parecido una lectura entretenida y adictiva, bastante dura en ocasiones, pero siendo sincera, creo que de las tres esta es la más floja. Considero que con la segunda novela ya estaba todo cerrado y esta ha sido prácticamente de relleno. Quizás me hubiera gustado más encontrarla como una historia aparte. Quiero destacar la maravillosa pluma que tiene la autora y lo fácil que resulta meterse en sus historias. Recomiendo encarecidamente leer estos tres libros si sois amantes de los thrillers y novelas policíacas. |