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Durante muchos años fui demorando la lectura de esta novela, aunque tenía garantizado que sería un gran libro ya que de él salió la que, posiblemente, sea la mejor película de la historia. El argumento creo que es bien conocido por todos, nos sitúa en el estado sureño de Georgia días antes de que comience la guerra de Secesión. Nos ofrece una detallada descripción de cómo era la sociedad de la América del Sur y de las relaciones entre ellos y con respecto a la América del Norte. Así vemos el contraste entre el romanticismo del Sur, con sus grandes terratenientes y la utilización de la esclavitud en todas sus formas y la practicidad del Norte con su industria que deparó una victoria inapelable y previsible. Asistimos a las penurias de una guerra civil, que tan bien conocemos en España, y al ocaso de la sociedad sureña una vez producida su derrota. Los personajes fantásticos tanto en la novela como en la película, Scarlett O'Hara (Vivien Leigh) la jovencita consentida y egoísta, que se convierte en una luchadora para salvar Tara y a los suyos. Rhett Butler (Clark Gable) vividor y mujeriego, acaba sucumbiendo a los encantos de Scarlett. Ashley Wilkes (Leslie Howard) otro de los muchos soñadores que creían que el Sur ganaría la guerra y el amor «secreto» de Scarlett. Melanie Hamilton (Olivia de Havilland) esposa de Ashley y por lo tanto gran rival de Scarlett, dulce y tímida, luchará toda la novela por hacerse amiga de Scarlett. Y un sinfín de personajes de gran calado como la inolvidable Mammy (Hattie McDaniel), los padres de Scarlett, Gerald y Ellen (Thomas Mitchell y Barbara O'Neill) y un larguísimo etc. Por supuesto un clásico muy recomendable que ganó el premio Pulitzer, aunque mete miedo por su extensión, creo que en todas las ediciones por encima de las mil páginas, ánimo, merece la pena. Para finalizar una pequeña reflexión, nunca el color de la piel, el lugar de nacimiento o las creencias religiosas pueden definir a las personas, solo los actos realizados demuestran la categoría de cada individuo y solo la educación nos permitirá mirar a todo el mundo como un igual. |
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