Confesiones

Normalmente cuando termino un libro suelo tardar unos días en hacer la reseña, ya sea por falta de tiempo o por dejar reposar el libro para asimilarlo antes de reseñarlo. Pero en este caso, según he terminado el libro me he puesto a escribir la reseña. Y es que “Confesiones” me ha volado la cabeza en todos los sentidos posibles.

En apenas 250 páginas la autora construye una historia que comienza de manera brutal y que se supera capítulo a capítulo, con giros argumentales inesperados, impactantes, y lo que más me ha gustado, conectados a la perfección y de manera sutil. al finalizar la novela he sentido lo mismo que cuando colocas la última pieza de un puzzle de 3000 piezas y suspiras de alivio al verlo terminado, y es que Kanae Minato lo conecta todo de manera sublime y consigue cerrar la historia magistralmente.

La trama está muy bien construida, pero que muy bien. El comienzo de la novela es como un iceberg enorme que flota en el mar, te asombra. Pero luego al ponerte las gafas de buceo y mirar bajo el agua ves que el iceberg es aun más inmenso que en la superficie. Y así es como me he sentido al leer esta novela, cada giro superaba al anterior y tiraba mis teorías por el suelo. Hacía mucho tiempo que un thriller no me atrapaba e impactaba tanto.

Los personajes son el otro punto fuerte del libro, y es que están construidos a la perfección, sobre todo a nivel psicológico. Haciendo alusión al titulo de la novela, todos y cada uno de ellos esconden algo, sea menos o más relevante para la trama, pero tienen sus secretos, sus sentimientos, sus puntos de vista, y la autora consigue ir tejiendo sus hilos argumentales individualmente para luego conectarlos entre sí, como una gran telaraña argumentativa.

Sin duda, este libro se ha convertido en uno de mis thrillers favoritos y va de cabeza a la lista de mejores lecturas del año.