Confesiones

Aunque haya algún asesinato y una posible venganza no lo calificaría como thriller, para mí gusto le falta algo de ritmo, más bien lo calificaría como novela negra. La verdad es que por la sinopsis me esperaba otro tipo de libro.

Una profesora anuncia a sus alumnos que el curso siguiente no va a continuar impartiendo clases en el instituto. Su hija de cuatro años apareció ahogada y la policía cerró el caso como una muerte accidental, pero ella está convencida de que fue un asesinato cometido por alguno de sus alumnos. No pretende reabrir el caso. El último día de clase comunica a sus alumnos sus sospechas y la venganza ejecutada.

A partir de aquí cada uno de los alumnos implicados reacciona de una forma distinta. Y a través de las distintas voces que aparecen en el libro, a modo de confesiones, iremos desgranando y averiguando lo que realmente ocurrió y entenderemos las reacciones de los implicados.

No falta la crítica social sobre la educación en las aulas y en la familia, los prejuicios, el bullying en las aulas, los roles en la familia, la ley del menor.

Es un libro corto, que al principio me ha costado conectar con el estilo, que va mejorando algo conforme avanzas la lectura.

Ha conseguido construir un personaje odioso: un pequeño monstruo, egoísta, egocéntrico y manipulador, un pequeño tirano guarro y consentido.

Un libro que nos plantea hasta qué punto un hijo es fruto y responsabilidad de los padres.

Interesante para acercarte a la cultura nipona, crítico en lo que cuenta. Pero me ha dejado fría, no me ha llenado ni emocionado.

Valoración: 6/10
Lectura: agosto 2022