Cinder: Las crónicas lunares, 1

3.5
En realidad es una relectura, pero lo leí hace mucho tiempo y en aquel tiempo no me gusto demasiado y como lo la continuaron se quedo en el olvido tanto es así que no recordaba nada, aunque la sensación de esta segunda lectura es mas positiva.
Lo mejor de este libro es lo ágil y rápido que se lee, y sobre todo lo mucho que te atrapa, Marissa Meyer sabe enganchar sin duda, en un mundo futurista el imperio de la Luna es un peligro y la tierra no esta en buenas condiciones una enfermedad lo invade matando a personas en pocos días, Cinder es una ciborg adoptada y los ciborg no están bien visto por lo que su madre adictiva se sirve de ella como esclava, trabaja en el mercado arreglando todo lo mecánico que se pueda arreglar allí conocerá al príncipe de la Mancomunidad (algo así como representantes de una gran parte de la tierra) esta claro que se entienden perfectamente pero el tiene una gran carga intentar que la tierra no entre en guerra con la Luna además ella se le complicara mas la existencia ya que será entregada para experimentar en ella con la enfermedad que a tanta gente se lleva.
Este libro esta lleno de secretos e intrigas, aunque la la trama me parece sencillita, al menos de momento, esta bien llevada y engancha.
Lo malo que tiene para empezar es su protagonista Cinder que no encaja especialmente conmigo y aunque me interesaba sus aventuras muchas, no simpatizaba con ella. Aunque lo pero y por lo que la puntuación es como es, es a causa del final que no me ha gustado nada de nada, la cosa iba bien hasta el final quedando totalmente abierto, en parte lo esperaba ya que esta es el primer libro de cuatro pero en los siguientes libros son distintos personajes por lo que la trama principal de ella tendría que haber cerrado un poquito aunque sea no dejarla totalmente abierta, la sensación que ha quedado al final es de incertidumbre y desconfianza. Que pena ese final si no estaría bastante bien. Pero esta puntuación la dejo abierta porque si me convencen los siguientes lo subiré, ya veremos.