Esta pequeña novela está llena de personajes que no caen bien, incluida la protagonista. Esto suele encantarme y tampoco me molesta no lograr empatizar con ellos. También acostumbro disfrutar de las historias "incómodas" y esta, sin duda, lo es. Sin embargo, Un amor no ha dejado huella en mí. Sara Mesa consigue que te metas en la historia, que te sientas dentro de ese pueblo (lo que más me ha gustado), pero han pasado unos días desde que lo terminé y no había vuelto a pensar en él; no ha dejado ningún poso. |