La idea de escapar a un pequeño pueblo rural parece siempre una solución a tener en cuenta. Comenzar una nueva vida lejos de la gran ciudad, dejar el trabajo, amigos y familia es el comienzo de esta novela y el camino que ha decidido emprender Nat, la protagonista. Ahora en La Escapa, un pueblo de montaña, ha alquilado una casa que quiere adecentar y hacerla suya. Ilusionada por todo lo bueno que está por venir, el paso de las semanas comienza a enturbiar esa idealizada nueva vida que había imaginado: el casero no está dispuesto a asumir los cambios y reparaciones que la casa precisa y el perro que éste le ha conseguido es arisco y huidizo. En “Un amor”-como en otras novelas de Sara Mesa- no ocurren grandes acontecimientos porque todo se va cocinando a fuego lento. Nat parece no hablar el mismo idioma que los demás vecinos de la Escapa -o al menos, no el mismo idioma sentimental-. Ella no les entiende y ellos tampoco a ella. Aprender a lidiar con unos códigos sociales diferentes -a menudo machistas y retrógrados-, se hace una tarea ardua en cualquier caso, y la atmósfera que se va generando con el paso de las páginas resulta casi asfixiante. Es por tanto una historia del desencuentro, de unos personajes que nunca llegan a conectar y en los que ni siquiera surge el amor pero sí los malentendidos. Me ha encantado esta breve historia que, como siempre que he leído a Mesa, he devorado en dos días pero que aún me acompaña casi tres semanas después. “Un amor” es un viaje de superación y aprendizaje hacia el interior de una misma. Un largo camino para recorrer, perfectamente dispuesto para tropezar y para volver a levantarse siempre. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |