Las bestias olvidadas de Eld

Para Sybel el mundo se reduce a su pradera y las mágicas bestias que la acompañan desde el fallecimiento de su padre. Educada para ser una poderosa hechicera y protegida por sus fantasiosos animales protagonistas de leyendas, vive apaciblemente, sin preocupaciones, sin miedos, hasta que un día un hombre viene a visitarla y le hace entrega de un bebé al que debe cuidar y que, desde su inocente posición, cambiará el destino del reino.

Para una hechicera criada junto a criaturas mitológicas, sentimientos como el amor, la fidelidad o la confianza son tan extraños como un animal parlante lo es para un humano, pero la crianza del bebé la hará aprenderlos, ampliando sus horizontes, sus ambiciones, y con ello, sus peligros.

McKillip crea una historia fantástica con algunos tópicos del género pero completamente reinventados. Nuestra heroína hace un viaje, sí, pero hacia su humanidad y hacia sus demonios interiores. Sybel es una protagonista fuerte, diferente, que huye de los estereotipos de género presentándonos una personalidad original y bien delimitada. Es por esto que se me hace difícil compararla con otras heroínas literarias, es única. A través de las páginas de la obra se plantean reflexiones sobre el ser humano, sus relaciones y el poder (cómo nos podemos servir de él, qué lo motiva o sostiene, para qué, etc.), acompañadas de una prosa cuidada de toque poético.

La edición de Duermevela es una delicia que no podía no comentar. Los inicios de capítulo y la portada tienen un encanto especial que no decae con la lectura. Además, incluye un posfacio de Isabel Clúa, profesora titular de Literatura Española e Hispanoamericana de la Universidad de Sevilla, en el que se explora la importancia de la obra dentro del género por su temática y originalidad, lo que nos permite conocer más aún de la historia que acabamos de leer y de su autora.