El barquero de almas

Nos encontramos con la protagonista, Dylan, de 16 años, que cree haber sobrevivido a un accidente ferroviario. Cuando despierta, aún en el tren, la única persona que ve es a Tristan, un chico taciturno, que la anima a seguir el camino junto a él. Sin percatarse, al principio, de que éste es su barquero, su guía para llegar al “otro lado”.
Siempre me ha gustado la mitología griega, por ello, cuando leí la premisa de esta historia sabía que quería leerlo. La idea está genial pero creo que a la autora le ha faltado dinamismo, poner situaciones que atrapen, profundizar en los personajes y en el mundo, en ese páramo al que debe enfrentarse la protagonista.
La historia, para mí, se divide en tres partes; la primera me atrapó, era interesante, es el comienzo, intuyes lo que va a pasar y quería saber más, pero pronto, se volvió algo monótona, con una estructura muy parecida y sin muchos giros. Por último, más cerca del final se desarrolla parte de la acción, el escenario no es el mismo y consigue cambiar las reglas del juego.
En cuanto a los personajes, no hay muchos, el peso recae casi en su totalidad en Dylan y Tristan y creo que eso también perjudica un poco ya que la autora no consigue profundizar en ellos y los sentimientos entre ambos se desarrollan demasiado pronto.
A pesar de todo, creo que el final te deja con ganas de saber qué pasará y, es por ello que le daré una oportunidad a su continuación cuando ésta se publique
Mi puntuación: 3 de 5