Los sonámbulos dan rienda suelta, mientras duermen, a ciertos impulsos que han reprimido durante el estado de vigilia.
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Los sonámbulos dan rienda suelta, mientras duermen, a ciertos impulsos que han reprimido durante el estado de vigilia.
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-¿No se imagina lo que me da miedo? - Dígamelo. - Tengo miedo de ver... eso. Con mis propios ojos. Como Goethe. - Entonces, ¿usted nunca lo ha visto? - Solo una vez, pero no fue más que un destello. Ahora ya no estoy segura de lo que vi. Ocurrió la noche que me iba de Brereton. Me detuve en lo alto de la escalera principal. La señora Lightfoot estaba en el primer rellano. Me pareció que algo se movía entre las sombras al final de la escalera, nada más |
Si puedes ver a otra persona en un espejo, esa otra persona puede verte a ti, incluso si tú no ves tu propia imagen reflejada.
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Todo lo que vemos, oímos y tocamos puede ser una ilusión tan engañosa como la imagen reflejada en un espejo o un espejismo en medio de un desierto.
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El pasado está siempre con nosotros. En nuestras costumbre y en nuestros hogares, así como en nuestros libros.
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Los reyes persas solían matar al mensajero que les llevaba malas noticias. A todos nos gustaría hacer eso.
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Nadie quiere verse de verdad como lo ven los demás. [...] Igual que no hay artista ni escritor que desee jamás una auténtica crítica de la obra que muestra. Solo alabanzas.
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Cuando uno se pone a buscar algo, siempre aprende muchísimas otras cosas que no tienen nada que ver.
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-Soy una mujer moderna, doctor Willing. Eso significa que no creo en nada. Nací sin fe en la religión y he perdido la fe en la ciencia. No entiendo las teorías de los señores Planck y Einstein, pero intuyo lo suficiente para darme cuenta de que el mundo de la materia puede ser un mundo de apariencias, no de realidades. Todo lo que vemos, oímos y tocamos puede ser una ilusión tan engañosa como la imagen reflejada en un espejo o un espejismo en medio del desierto.
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-He leído todos los libros canónicos de filosofía, ciencia y religión. No tienen nada que ver con la urgencia de la vida real o los problemas personales. ¿Acaso esos hombres que juegan una especie de partida de ajedrez intelectual con ellos mismos tienen idea de cuánto desea la gente corriente que está en apuros una respuesta que satisfaga tanto al corazón como a la razón? Uno les pide pan y ellos te dan... palabras. ¿Cómo podré vivir con una cosa así? ¿Qué va a ser de mí?
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10 negritos