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Esta no ha sido mi primera incursión en las novelas de la autora española Megan Maxwell, pues ya me enamoré de sus historias con El día que el cielo se caiga, Hola, ¿te acuerdas de mí? y, por supuesto, la saga de Las guerreras Maxwell. Por tanto, puedo afirmar que el estilo de esta autora que a mí me atrapa es la fantasía y la narrativa, y el romántico y erótico no han logrado atraparme de igual manera que los otros. ¿Qué vamos a encontrar en esta novela? Con dos puntos de vista narrados en primera persona, Andy y Nacho van a contarnos esta historia en presente. Una historia en la que dos polos opuestos se atraen aunque se hayan negado el amor por motivos diferentes. Es la historia de Andy, una militar malhablada y con mucho carácter y Nacho, un director de cine muy educado, caballeroso y ligón en exceso. Una historia que evoluciona de menos a más, mostrando cómo sus protagonistas se conocen el uno al otro y a sí mismos, a pesar de las trabas que puedan encontrar en su camino. Es una novela amena, sencilla de leer y entretenida. Mensaje de la novela: No hay ningún mensaje que la novela pretenda transmitir. Solo busca entretener y divertir al lector con una comedia romántica. Personajes: Al estar narrada en primera persona, la autora nos permite conocer bien a los dos protagonistas de esta historia, que resultan ser unos personajes complejos y, en su mayor parte, bien construidos. Además, experimentan una clara evolución a lo largo de la novela. Los personajes secundarios están muy bien elaborados y le dan un toque cómico a la historia a través de sus interacciones con los protagonistas. Me habría gustado que Hattie y Masako tuvieran un poco más de protagonismo, ya que son dos personajes que me han encantado, así como Jackson y Paul, los guardaespaldas de Nacho. Creo que son personajes con potencial un poco desaprovechados. Lo que más me ha gustado: Que la novela vaya de menos a más. Va mejorando conforme se avanza en la trama y empieza a resultar más amena y divertida. Algunos de los personajes, que enriquecen la historia y le aportan diferentes puntos de vista. Lo fácil que resulta leerla, pues cuando va avanzando, va resultando más interesante. Lo que menos me ha gustado: Lo incómodo que me resultaba leer algunas de las acciones de Andy. Soltar piropos desagradables no es vacilar, es incomodar, y lo mismo da que sea un hombre o una mujer quien los suelta: es desagradable. No me gusta que Andy sea tan malhablada (ojo, que no pasa nada por que suelte palabrotas de vez en cuando, como hacemos todos). El hecho de ser tan soez y que intenten hacerlo pasar como que es graciosa o descarada, no cuela. Lo eterno que se me hacía cada vez que mencionaba a Estela Noelia Rice Ponce. Todo el nombre completo cada pocas líneas, por si se te olvida. La cantidad de erratas que tiene el libro. Se supone que leer ayuda a mejorar el vocabulario, la ortografía y a expresarnos bien, pero con libros cuya edición y corrección brillan por su ausencia, no ayudan nada. Conclusión: Al ver tantas recomendaciones positivas sobre la novela, pensé que me atraparía mucho más. Sin embargo, tal como dije en la introducción de la reseña, me quedo con la Megan que me hace sentir con sus novelas de narrativa y la que llena sus novelas de fantasía de acción. Un par de veces estuve a punto de dejar la novela, pero al final agradezco haber continuado, pues ha mejorado mucho hacia el final y creo que ha merecido la pena y ha resultado divertido. |
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