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Nos cuenta la historia de Sonia, una joven ex patinadora olímpica, y su hija Ibiza. Por otro lado, tenemos a Can, futuro propietario de la empresa aeronáutica High Drogo. Ambos no pueden ser más diferentes; pero un día la vida les pondrá en el mismo camino y comenzarán una bonita amistad en la que cada uno puede mostrarse como es. A lo largo de las páginas conoceremos a Ginger, las Ladies y todos sus maridramas, así como a Brooke, Raissa, Charlie y, por supuesto, Carol y Daryl, protagonistas de la anterior novela de Megan. Un libro lleno de amistad, amor y engaños por todos lados, en los que todos tienen mucho que contar. Es el primer libro que me leo de la autora y, aunque mi valoración general es muy positiva, tengo que reconocer que me ha costado bastante conectar con la historia. Comienza con demasiados personajes, que no sabes muy bien quién es quién y de dónde han salido; poco a poco se va explicando y te pones en situación. Es una historia contada en tercera persona, en la que se pueden ver los puntos de vista de todos los personajes. Los dos protagonistas me han encantado, aunque Can ha sido mi gran debilidad. Carol ha sido uno de mis personajes favoritos sin duda y Brooke y Charlie me han conquistado. Ginger me ha sacado un poco de quicio e Ibiza se ha llevado un pedacito de mi corazón, mi Mini Lady Stark. En definitiva, es un libro al que hay que darle un voto de confianza al principio porque una vez que coges el ritmo ya no puedes parar de leer. Es la continuación del libro “Tampoco pido tanto” pero yo he leído primero este y se puede leer perfectamente sin conocer la otra historia. |
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