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Cuando empecé a ler Rebeca iba cargado de expectativas. Había retrasado su lectura durante años por creerla densa. Y nada más lejos de la realidad. Una de las cosas que más me impactó de la lectura, es que parecía muy actual. El estilo de la autora se hacía muy agradable, jamás tedioso. Y aún contando con extensas descripciones para profundizar en la ambientación, todas son necesarias y satisfactorias. Nunca cansa. de hecho es ahí donde reside su mayor fuerte, en la ambietación. Desde la primera página du Maurier ya te ha puesto en situación y te ha arrastrado a una historia que sabes que va a ser increíblemente adictiva. Y lo es. En ciertas ocaciones me recordaba en ciertos detalles a Los misterios de Udolfo, aunque Rebeca si consiguió lo que este no, resultar interesante. Curiosa también la habilidad de la autora para retratar los personajes. Todos quedan maravillosamente definidos, incluso Rebeca. A la cual solo intuimos o vemos a través de otros. Imposible no cogerle cariño a la protagonista, que aún siendo algo pánfila, no iguala a la Emily de Los misterios de Udolfo y consigue la evolución necesaria acorde a sus vivencias. Lo dicho, un libro increíblemente atrapador que me ha dado valor para atreverme con otros grandes clásicos. |
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