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Una lectura muy adecuada para la época en la que nos encontramos. La autora con su estilo sencillo y transparente nos lleva en volandas por unas historias que tienen la calidad literaria suficiente, que no exigen esfuerzo alguno y que te mantienen pegado a sus páginas de principio a fin. Aunque por su evidente atractivo comercial se destaque en el título el relato de “Los pájaros” , este no ha podido alcanzar más que el segundo lugar en mis preferencias. Una historia que dista mucho de la llevada por Hitchcock a la pantalla: nada hay aquí de relaciones románticas ni de tensiones edípicas, pero sí la misma angustia por el inexplicable comportamiento de los pájaros y sí un inquietante final que ni el genio del suspense se atrevió a llevar a su película. Daphne du Maurier, más allá de las posible connotaciones ecológicas, pone el acento en la persona del granjero que, en contra de la opinión de sus vecinos, en contra de la opinión de su propia familia, tiene que enfrentarse sin ayuda a un peligro que solo él ve en toda su magnitud. Un tema, este de la defensa de la propia opinión en contra de todo y de todos, que me hubiera gustado que tuviera un mayor desarrollo. También se podía haber rematado mejor el cuento de “El joven fotógrafo” , cuyo planteamiento – la necesidad patológica de admiración física, la monotonía y aburrimiento de una vida insulsa, el desprecio por los sentimientos ajenos- no se podía haber desplegado de forma más brillante pero que se liquida con un final que podría haber dado mucho más de sí. del mismo modo, pienso que “Bésame otra vez, forastero” se cierra con excesiva prisa tras encandilarnos con un retrato (autorretrato involuntario) fabuloso de un cándido y algo simple mecánico que se enamora de una atractiva y enigmática señorita que encierra un inesperado y terrible secreto. Mi problema con “El viejo” es que el cuento se apoya mucho en la sorpresa final, y yo tuve la mala suerte de, en cierta manera, anticiparlo. Por el contrario, nada puedo reprochar a “El manzano” , me encantó de principio a fin. Aunque el cuento juguetea con lo sobrenatural, yo prefiero ver una historia subterránea de vida frustrada, de sentimiento de culpa y de búsqueda inconsciente de castigo y redención por parte del protagonista al que le persigue el recuerdo del trato dado a su mujer recientemente fallecida y que parece haberse reencarnado en un viejo manzano. No por nada, este era el relato que se destacaba en el título original del libro. P.D. Lamentablemente, esta edición no incluye el relato “Monte Verità” que la editorial ha decidido publicar por separado. Para compensar esta mala noticia, la editorial anuncia la publicación de un nuevo libro de relatos de la autora: “No mires ahora”. |
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