Soy leyenda

Matheson en este pequeño relato nos descubre una sociedad apocalíptica o más bien, los efectos de la casi eliminación de una raza. Refleja perfectamente el estado emocional del protagonista, rayando la locura, como consecuencia del aislamiento en el que casi se ha olvidado hasta de hablar. Un relato que nos entretiene y nos muestra una versión interesante de historias de vampiros, con un final que impactará a pesar de que nos puede gustar o no, pero sin duda tiene una manera de acabar de diez. Corta, imaginativa, diferente, entretenida, perfecta para una tarde con una tormenta golpeando las ventanas y el aire silbando entre los resquicios de las puertas.
Este libro vino a mí, gracias a la película protagonizada por Will Smith, y que comparte nombre con el libro. Me impactó la historia. Cuál fue mi sorpresa al descubrir que estaba basada en una novela. Por supuesto la tenía que leer. Es cortita pero en cierto modo densa.

Robert Neville ve como, no solo su familia, sino todos aquellos que le rodean, vecinos, compañeros de trabajo, van sucumbiendo a una enfermedad que acaba convirtiendo al que la padece en vampiro. Las tormentas de arena que están asolando la ciudad parecen ser las culpables de que este virus maligno se propague. Las primeras páginas nos indican que él es el único superviviente y en ocasiones se plantea el salir fuera y terminar con esa locura. Qué sentido tiene esa soledad. Para qué vivir o por qué luchar.


La base principal de esta historia nos muestra la vida opaca y sin sentido de Neville. Por la mañana elimina a los vampiros, por la noche aguanta como puede el asedio de los convertidos, que sin faltar ni un solo día a la cita, se presentan ante su casa con el objetivo de disfrutar de su sangre. Él, atrincherado dentro de las cuatro paredes, terminará en la mayor parte de las ocasiones borracho para no tener que oírlos.

Es una obra intimista en la que descubrimos a un ser en el límite de la locura, único superviviente o eso creemos, intentando encontrar un sentido a su vida aunque sea eliminando a los vampiros. Se plantea un problema moral, y ¿es que acaso ellos no tienen también derecho a vivir? No hay buenos ni malos, tan solo diversos seres que desean aguantar un día más.

Va alternando el día a día de Neville con sus regresiones al pasado, de todo aquello que tuvo que hacer cuando su mujer y su hija fueron víctimas de esta enfermedad. Hay momentos muy tristes gracias a los cuales empatizas con el protagonista, comprendiendo su situación y desánimo a pesar de que él sigue luchando muy bien, sin saber por qué.



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