Los protagonistas de El laberinto, de Christian Martins, tienen un carácter muy diferente y eso queda de manifiesto desde la primera vez que se ven, cuando ambos esperan el autobús. Edna, quien no tiene precisamente mucho espíritu navideño, se muda a un pequeño pueblo para trabajar como camarera, pero hay un par de cosas que no espera encontrarse al llegar allí y es semejante decoración navideña por todas partes y… a Niall. Christian Martins escribe bastante bien y la lectura de esta novela me ha resultado muy amena, además los personajes secundarios son todo un acierto y complementan a la perfección a la pareja protagonista. |