Santa Evita

Nadie está preparado para experimentar terror, rechazo, angustia... mientras se deja atrapar por un libro magistralmente escrito, de esos que es imposible dejar para después. A pesar del horror. de los horrores de la vida, de la muerte y las vejaciones que pueden perpetuarse hasta la eternidad gracias a la ciencia, al odio y a la obsesión.

Santa Evita (Alfaguara, 2022) es una novela escrita por Tomás Eloy Martínez (1934-2010), uno de los autores más conocidos de Argentina, y se publicó en 1995 y 2002, tras el éxito alcanzado con La novela de Perón (1985). Además de la historia de su país, que aparece retratada constantemente, reflejando la atroz combinación del miedo, la violencia o la veneración mística, recoge los avatares vitales de quien llegaría a ser Eva Duarte de Perón. Y también aquellos que sufrió post mortem, que no fueron pocos.

La promesa de Juan Domingo Perón a la moribunda esposa de que no caería en el olvido choca con los deseos de esta de recibir sepultura. Pero el marido ya ha contactado con el eminente Dr. Ara, quien hará del cuerpo su mayor obra de arte. Y consagrará a él varios años de su vida, además de múltiples sesiones de acondicionamiento a lo largo de los años. Quizá fuera el primero en sucumbir a la obsesión hacia la mariposa en la que había convertido a la primera dama, lo que explica el drama padecido cuando los militares se la arrebatan. Tampoco a ellos les irá mucho mejor. Uno termina encerrado por matar a su esposa a causa de su relación inexplicable con la momia escondida en la buhardilla. Otro oscila entre el odio, y los abusos, y la desazón y la locura. Entre tanto, Evita trata de dormir el sueño de los justos en furgonetas, despachos, ambulancias y hasta detrás de la pantalla de un cine, donde una niña la confunde con una muñeca.

El desfile continuará hasta que, con la colaboración del Vaticano, Eva salga del país. Aunque ese tampoco sea más que otro lugar de paso hasta que se la devuelvan a la casa de Puerta de Hierro de Perón en Madrid, donde caerá en manos de López Rega y sus prácticas de nigrománticas compartidas con la nueva esposa del dos veces viudo. Ella será quien, tras la muerte de Juan Domingo, negocie el traslado y la exposición de ambos en Argentina. Aunque tampoco vaya a ser esa su morada definitiva.

Cuentan por ahí que la supuesta maldición del cadáver de Evita asustó a Stephen King cuando Tomás Eloy Martínez le habló de ella en una reunión de escritores. Quizá por eso Rodolfo Walsh llevaba una fotografía en la cartera, a modo de amuleto, de las muchas que tomó el médico español. Quizá deberíamos preguntarnos por qué nos resulta más sencillo temer al muerto que a los vivos. Sobre todo cuando destilan tan poca humanidad. Para seguir reflexionando, la miniserie de Disney+ que se basa en la novela (Santa Evita, 2022), dirigida por Rodrigo García Barcha y Alejandro Maci.
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