Estás muerta, nada puede dañarte

Hoy os traigo uno de esos libros que cuando te vienes a dar cuenta, te has terminado en una tarde.

En esta historia nos encontramos con el asesinato de Sara a manos de su novio, quien, a pesar de haberla matado brutalmente, queda libre de prisión por su enfermedad mental. Y a raíz de diversos capítulos narrados por distintos personajes, iremos conociendo sus historias y como le afecto la muerte de Sara.

Nos encontramos ante una historia corta, de esas que te lees en una tarde porque además atrapa desde el comienzo por la forma tan original de presentarnosla por estar contada a diferentes voces e ir viendo las sensaciones que causó en cada uno de ellos la pérdida de Sara. Por eso mismo, la historia nos hará pasar por distintos estados y sensaciones según iremos conociendo cada punto de vista, pues aquí ya sabemos lo que ocurrió a Sara desde el comienzo pero veremos lo que ocurre después y el efecto dominó que causó.

En definitiva, una novela muy original y diferente que merece mucho la pena descubrir.

Ha sido una lectura que me ha hecho descubrir otra forma de escribir novela negra.
Los libros sobre este género siempre se desarrollan a contar la historia de como sucedió el crimen, desde una primera persona o tercera, pero en "Estás muerta, nada puede dañarte" hablan de como afectó en menor o mayor medida la muerte de Sara, una universitaria con toda una vida por delante, a diferentes personas.
Cada capítulo te pone en la piel de una persona diferente que conocía o no a la víctima.

Al ser una manera diferente si es cierto que se me han quedado cuestiones sin resolver, me hubiera gustado leer más de un capítulo sobre Sara, el día que le ocurrió la tragedia, como ella se sintió antes de que pasara, pero a la vez no cambiaría nada, es curioso.