Es una novela muy corta (la leí en apenas 24 horas), pero con mucha fuerza. En la obra muestra mucho odio y venganza; la relación con las sombras que habitan en una casa llena de Carcoma, es decir, dañadas muy profundamente hasta ser devoradas. La autora expone con mucha sensibilidad a generaciones de mujeres rurales sufridoras y su objetivo en la vida en el pueblo, pero la casa y las sombras sigue ahí, heredando miedos y traumas. El lenguaje que se utiliza en la obra es sencillo y vulgar, lleno de costumbrismos y a dos narradoras (abuela y nieta). Sin embargo, no todo es dolor y odio, en la historia hay un terror doméstico y un poco de humor negro que te hace reflexionar sobre la situación. |