Empecé a leer este libro sin ninguna expectativa y solo porque necesitaba leer algo con ambiente universitario. Terminó siendo una buena lectura para pasar el rato con protagonistas que me parecieron muy buenos y bastante maduros en cuanto a las situaciones que deben enfrentar cada uno. Ambos tienen historias complejas (y familias de mierda, vale aclarar), pero encuentran en el otro ese refugio que perdieron en sus infancias. La existencia de Poppy hizo que viera al protagonista con otros ojos porque es gracias a ella que él madura y así terminas de entender su comportamiento. Ni hablar de la protagonista, Gabby, la chica que tuvo pérdidas enormes en su vida, pero siempre salió adelante siendo una buena persona y amando a los niños -y protegiéndolos mientras pudiera- del mundo que a veces resulta una mierda para ellos. En general, es una historia hermosa con una pluma fluida y contemporánea para que disfrutemos de esta historia como se debe. |