Se tiene que morir mucha gente

La autora nos cuenta la historia, triste y monótona, de una guionista con miedo al fracaso y sus dos amigas de la infancia. La narración está en primera persona y se desarrolla durante las últimas semanas del embarazo de una de las amigas de la protagonista, quién acude a la fiesta para dar a conocer el género del bebé y descubre que ésta, al igual que nuestra protagonista, está sumida en una vida que no le gusta.

➡️OPINIÓN: Personalmente, pensé que me gustaría mucho más de lo que lo ha hecho. Cuando leí la contraportada me pareció que iba a ser un libro pesimista, pero conociendo a la autora, quise darle una oportunidad.
Hubo momentos en los que me hizo reír y disfruté de la perspectiva feminista con toque cómico que aporta (por eso le doy 2⭐️). Pero al llegar al final del libro te das cuenta que no ha pasado NADA. Los personajes no han evolucionado ni lo más mínimo, no hay trama, ni cuestiones que resolver. al final da la sensación de que has leído 250 páginas vacías.

Por tanto, el tono cómico y feminista de algunos capítulos están bien, pero se hace un libro lento y sin trama que enganche y te apetezca saber cómo termina porque podría ser un bucle infinito.