El Síndrome de Casandra

En primer lugar quiero dar las gracias a Babelio y a la editorial la marca negra, por darme a conocer a este autor y su obra.
De esta novela, lo primero que quería decir, es que está muy bien escrita, me ha gustado mucho la trama, es una novela distópica aunque, como el mismo autor dice, partes suceden en el mundo. La historia es, sobre todo, un canto a la amistad a través de los años y de el transcurso de la vida de cada uno de los protagonistas. Ernesto es el que lleva la voz cantante y el que suele ser el nexo de unión entre el resto, unas amistades que, por desgracia y por las circunstancias que viven en esa España distópica, hacen que vayan evolucionando o desapareciendo. No os cuento más, solo la recomiendo, porque da que pensar, no debe haber discriminación, ni mucho menos persecución, porque te guste gente de tú mismo sexo, yo siempre lo digo, a mi ¿qué me importa con quien se acueste Fulanito o Menganito? Aquí estamos cuatro días, que cada uno sea feliz con quien quiera. Es un libro que me ha gustado y emocionado, sin duda lo recomiendo.

La novela está ambientada en una España distópica (se desconoce la ciudad) en la que un grupo de jóvenes tienen que afrontar unos tiempos políticos en los que la represión, el control, los vetos y la violencia está a la orden del día.
El protagonista es Ernesto, y a través de sus palabras conoceremos a su grupo de amigos: Dani, Robe, Eva, Ángela, Alexis, Marisa, Keko, Pau... y al perro Litio. En su papel de narrador nos cuenta las relaciones entre todos ellos y con él mismo, cómo han llegado al punto en el que se encuentran ahora esas relaciones y cómo se afronta un presente convulso para personas pertenecientes al colectivo LGTBI, como lo son ellos.
Las desgracias les achechan pero no pierden la esperanza y aunque algunos de ellos salen malparados, siempre hay un pequeño resquicio de esperanza que les obliga a seguir adelante y a disfrutar juntos.
La novela es un canto a la amistad, a la familia escogida. Como cada uno busca y encuentra su sitio en su grupo de amigos, como nos ocurre a todos. Quién es quién en cada pandilla: el gracioso, el discutidor, el líder, el solitario... porque en cada grupo de amigos existen tantos perfiles como integrantes del grupo. Pero lo mejor de todo es que esos perfiles por separado no son nada y sólo se sienten plenos cuando está rodeados de los demás. Es entonces cuando uno se siente realizado.
Todo esto y mucho más es lo que Ernesto nos hace comprender con sus palabras. Y si el marco social, además, es desfavorable, la unión siempre es más fuerte.
Como decía al principio, la historia está ambientada en una realidad distópica, pero realmente no es tan distópica como nos gustaría. Desde luego, y por desgracia, la realidad que vivimos en España cada vez está más cerca de la ficción creada por Jan J. Martí.

La novela tiene una ambientación en una España distópica. Aquí un grupo de jóvenes viven en tiempos políticos bastante difíciles, lleno de represión, control y mucha violencia.

El libro está muy bien escrito, lo cual se agradece siempre. En esta trama distópica vamos a encontrar muchos temas, como por ejemplo la amistad verdadera y a la familia, pero también de represión y persecución LGTBI+ y también de mucha esperanza por un futuro mejor, por un cambio.

El protagonistas es Ernesto y será este la conexión que una al resto de los personajes de la novela: Dani, Eva, Alexis, Marisa, etc. A través de su narración conoceremos a cada uno de estos personajes. Todos los personajes van yendo evolucionando de forma bastante satisfactoria y natural. Además, la novela tiene representación LGTBI+.