Descenso al Abismo

Mi querido Javier, te auguro un futuro increíble. ¿Sabes por qué lo sé? Lo sé porque tu eres más grande que lo que quieres conseguir, solo hay que leerse esta segunda entrega para comprobarlo, sobra aptitud y sobra actitud, vas muy sobrado de todo eso.
Me gustas por tres razones
1) Eres el único escritor que conozco que en tus novelas da igual el asesino, no importa nada quien sea, no es relevante para la trama. Podría ser cualquiera y daría igual, a mí personalmente me trae sin cuidado...es un peso muerto en el relato. Javier es tan chulo que se lo saca de la manga en plan mago mientras te quedas mirando el techo de tu habitación con cara de lelo pensando que jamás podrías haberlo descubierto…el fondo, lo realmente explosivo en él son sus tramas, pura energía liberada sin control (somos solo polvo de estrellas) páginas y páginas de corriente alterna que te somete a un vértigo casi hipnótico...sus hilos argumentales son droga, de la dura, de la que tienes que probar cada día, sus giros son antológicos, supuran unos cuantos kilos de inteligencia demoledora .
Es lo que tiene la genialidad, se desparrama en plan tsunami.
2) Adoro las distancias cortas y Javier es un maestro en el cuerpo a cuerpo, no lo ves venir, te coge siempre por sorpresa. Cinta, se esconde, golpea, y cuando te quieres dar cuenta estas KO en la lona escuchando como el árbitro te recita despacito la cuenta atrás y tu que quieres seguir con la pelea te vuelves a levantar, y otro KO, esta vez ha sido con la izquierda, no la has visto venir, y otra cuenta atrás, y vuelves a levantarte porque, aunque estas grogi desde el capítulo 4 algo te hace continuar, así que sigues pidiéndole que te pegue y te pegue y que no lo deje de hacera, sado literario deberíamos llamarlo así. al final KO técnico por superioridad manifiesta. Mi mente se rindió., así de fácil.
No hay nada como como un KO intelectual, te hace madurar y además es muy retro.
3) Me gusta como Javier se centra en su equipo de investigadores, me parece sublime que puedas llegar a mimetizarte con personajes que no tienen ninguna filia ni ninguna fobia, gente normal, en una comisaría normal que solo intenta hacer bien su trabajo, no son drogadictos, no son abono para psiquiátricos, no están dañados, no hay que escribir 10 capítulos para deshojar su psique. Lo increíble, lo verdaderamente fantástico de Javier es que con estos mimbres y un ejército de neuronas en fila de a cuatro te monten algo tan diferente y tan chulo de leer.
Y con todo esto solo puedo decir una cosa. Me pongo con la tercera entrega.
Que, por cierto, vuelvo al podcast que hace mucho que no cuelgo ninguno, ha sido una sorpresa después de meses de no grabar episodios comprobar la cantidad de escuchas que he tenido. Vuelvo pero lo haré por la puerta grande, voy a hacerlo con Javier….yo creo que puede ser antológico