Si Tablero Mortal fue un despliegue de originalidad, Descenso al Abismo, la nueva historia del equipo del inspector Marco Duarte, va un paso más allá: descriptivo, ágil, imaginativo, intenso, ligero cuando es necesario… Una suma de elementos que llevan al lector al límite y lo meten dentro del caso como si fuese uno más de los personajes que lo están viviendo en primera persona. Con un lenguaje cercano, directo y muy real, unido a una narración perfectamente ejecutada, nos vemos sumergidos en una vorágine de crímenes y suspense en la que nada es lo que parece. El autor muestra un control absoluto de los tiempos, jugando de este modo con la tensión y manteniéndola durante toda la novela. Cabe destacar la facilidad con la que es capaz de llevarte a lo más alto de una escena para luego dejarte con la miel en los labios, deseando conocer el desenlace y obligándote a seguir leyendo. Se trata de una novela coral, en la que todos los personajes son importantes y es notable el desarrollo de cada uno, internándose en su psique, sus debilidades o sus conflictos personales, consiguiendo así mostrar su lado más humano. Aquí no hay superhéroes, sino gente normal haciendo su trabajo, cosa que se agradece y favorece a la credibilidad de la historia. Me ha encantado la manera en la que la trama principal se mezcla con la gran cantidad de subtramas que proporcionan todos estos personajes y que demuestran una imaginación espectacular por parte del autor a la hora de coser sus experiencias con los asesinatos, las pistas aparentemente inexistentes, las relaciones particulares y todas las sorpresas que me he ido encontrando mientras leía. Y es que este libro es una cadena de sorpresas que van de menos a más hasta llegar a un final que… Madre mía. En resumen, Descenso al Abismo es un entramado de vidas, muertes y acción que no se parece a nada que haya leído antes. La potente trama de un asesino suelto que parece no dejar rastro, unida a una gran cantidad de detalles tan bien colocados y dosificados que, seguro, pasarás por alto hasta que el autor no quiera mostrártelos a las claras, son la clave de una novela más que recomendable a la que solo le veo un inconveniente: el tiempo que habrá que esperar para la próxima. Felicidades, Javier, y muchas gracias por el rato que me has hecho pasar. Espero volver a leerte pronto. |