Hugo lleva enamorado de Sara desde que la conoció, pero Sara no siente lo mismo por él, además están en el mismo grupo de amigos desde hace años. Hugo no lo pasa demasiado bien cuando Sara comete el mismo error una y otra vez al continuar su relación con Salva que siempre termina haciéndole daño. Pero este año es distinto. Este año Sara se ha mudado justo al piso de enfrente al de Hugo y su proximidad se hace patente a cada momento. Gracias a esa nueva cercanía entre ellos, hay acciones que se dan de forma natural entre ellos, como bajar al perro juntos, tocarse y abrazarse o reconocer los estados de ánimo de cada uno solo con un vistazo. Hugo vive esos momentos con felicidad pero Sara no es consciente de los sentimientos de Hugo y tampoco de los suyos propios, ya que cuando las cartas se pone boca arriba, Sara huye escondiéndose en la amistad que tienen desde hace tiempo. Pero la realidad es que Sara acaba de recibir una noticia que le ha descuadrado la vida y no sabe como afrontar lo que siente. La novela está escrita de una manera ágil y sencilla, lo que provoca una adicción completa. al mismo tiempo, la historia es tranquila, sin demasiados sobresaltos adaptándose a la forma de ser de los propios protagonistas, pero muy bonita. En la que los sentimientos se encienden gracias al cariño y la constancia, al conocimiento de los anhelos del uno por el otro y estar ahí, apoyándose mutuamente cuando haga falta. También veremos la evolución de los personajes del libro anterior y no dará pequeñas muestras de lo que sucederá en el siguiente libro, que tiene pinta de que será un drama y estoy deseando leerlo. + Leer más |