Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte, contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte, tan callando. |
Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte, contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte, tan callando. |
" No son nuestras habilidades las que muestran cómo somos, sino nuestras elecciones”