A la caza de Jack El Destripador

A la caza de Jack el Destripador combina ficción con realidad. La historia es ficticia y sus protagonistas también, pero los asesinatos que acontecen, los lugares e incluso algún que otro personaje que aparece están basados en hechos reales, concretamente en los trágicos y aterradores crímenes cometidos por el conocido Jack el Destripador.

Diría que hay dos cosas principales que han hecho que disfrute mucho de la novela. En primer lugar, la labor de documentación de la autora. La historia está muy bien contextualizada, como he dicho, se basa en hechos que sucedieron en la realidad y se nota, cosa que se agradece. Además, contamos al final con una nota de la autora donde nos cuenta qué datos del libro son los inspirados en los sucesos que acontecieron años atrás. La segunda cosa que me ha gustado es que Kerri Maniscalco no se corta en presentarnos escenas bastante crudas. Las descripciones son muy detalladas, lo que hace que nos den repulsión, a mí sobre todo me impresionó mucho el último asesinato, me sentí verdaderamente mal. Nos pasamos bastante tiempo delante de cadáveres, inspeccionándolos, y con el olor a formol en nuestro entorno.
Con respecto a los personajes, diré que me ha gustado la parte analítica de nuestros protagonistas, tanto de Thomas como de Audrey Rose. He disfrutado de cómo hacían hipótesis constantes para reconstruir los asesinatos e intentar ponerse en el papel del asesino, además de la forma en la que intentaban mantenerse fríos para analizar mejor la situación. Los piques entre ambos han sido muy buenos también. Me gusta que en Audrey Rose veamos lo injusta que es la situación de la mujer en la época, ya que todo el mundo piensa que no es tarea de señoritas el que se encargue de inspeccionar cadáveres con su tío, y que su objetivo debería ser casarse y no pensar mucho. Sin embargo, reconozco que de este personaje, ya centrándonos en su personalidad, me chocaba que sus sentimientos no se veían reflejados en sus comportamientos. Por ejemplo, empieza a cogerle cariño a alguien, pero cuando interactúa con esa persona la trata al trancazo, sus habilidades sociales son cuestionables. Resta un poco de coherencia en general. Lo mismo pasa con Thomas, aunque él parece que aparca los sentimientos a propósito, como si los controlara.

En cuanto al suspense, diré que ha estado bien, confieso que la identidad de Jack el Destripador no me sorprendió del todo, pero aun así, me gustó cómo la autora va desarrollando la trama y vamos avanzando en la investigación. Además, el final prepara el terreno para la segunda novela, que ya sabemos que va a desarrollarse en un territorio completamente diferente, tengo ganas de saber en qué nuevo caso estaremos inmersos.

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