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Crítica de Guadi96


Guadi96
13 October 2020
¡¡LA RESEÑA CONTIENE SPOILERS!!

¿Por qué, Kerri? ¿Por qué?

¿Sabéis eso que dicen de que se puede amar algo tanto como se odia? Pues es verdad, se puede hacer. Eso es exactamente lo que me ha pasado con este libro.

“Escaping from Houdini” comenzó con todas las papeletas para convertirse en mi favorito de la saga. Desde el primer momento empezó la acción, contábamos con la presencia del tío de Audrey Rose junto a los dos protagonistas, la historia transcurría en un crucero donde cada noche un misterioso circo ambulante hacía una función… En fin, un cúmulo de cosas que me enamoró desde el primer momento incluso más que los dos libros anteriores (y os prometo que eso era complicado). Entonces, ¿qué fue lo que pasó? Lo que sucedió fue que Kerri cayó en un cliché que, personalmente, ODIO CON TODA MI ALMA: los triángulos amorosos.

Es decir, yo puedo llegar a entender un triángulo amoroso cuando tiene buena base y buen fundamento (pongamos el ejemplo de Will-Tessa-Jem en “Los orígenes”), pero es que esto… ¡No tenía sentido! O sea, yo adoro a Audrey Rose; de hecho, ocupa uno de los primeros puestos en mi lista de personajes femeninos favoritos. La manera en la que estaba comenzando a actuar no era propia de ella; me costaba mucho imaginarme a una Audrey Rose que empieza a mentir y a dejar a su fiel compañero de lado (haciendo que sus apariciones sean mucho más escasas que en los dos libros anteriores) simplemente porque cree que es algo que debe hacer sola. Es que, de verdad, estoy escribiendo esto y me parece que estoy hablando de otra persona que no es ella…

Aun así, intenté entenderla y más o menos logré hacerlo (en cierto modo). La historia iba avanzando y yo no hacía más que pensar: “Audrey, por tu madre, no vayas a hacer ninguna tontería” y, oye, parecía que Audrey me escuchaba porque, aunque seguía con su porquería de plan, no caía en ninguna tontería grave. Pero, claro, eso era la crónica de una muerte anunciada…

Hubo un momento, casi llegando ya al final del libro en el tuve que cerrarlo porque, era tal la decepción que sentía hacia el personaje, que me veía incapaz de seguir leyendo. Por más vueltas que le daba no lograba entender por qué Kerri había caído en un cliché tan feo, ya que lo único que había logrado era cargarse un personaje tan maravilloso como Audrey Rose. Os juro que no pensaba darle más de un 3 / 5 al libro en esos momentos (sí, un 3 porque, a pesar de esta tontería, el libro estaba molando mucho, ¿vale?), pero entonces llegó EL FINAL y todas las tonterías de Audrey Rose fueron perdonadas.

Cuando acabé el libro “entendí” por qué Kerri había decidido incluir un triángulo amoroso. Y pongo comillas en “entendí” porque sé cuál era su finalidad, pero al mismo tiempo sigo pensando que no era necesario un triángulo amoroso; podría haber reflejado lo que quería reflejar de otra manera. ¿Cuál era la función del triángulo amoroso realmente? Poner a prueba a Audrey Rose. Desde el primer libro, la autora no se ha cansado de decirnos tanto implícitamente como explícitamente que Audrey es un alma libre. Y ahora, antes de explicaros el papel que juega cada uno de los dos chicos en este triángulo, voy a deciros quién es el otro para aquellos que no hayáis leído el libro (aunque si no lo habéis leído no sé qué hacéis leyendo esta reseña… ejem, ejem). Nuestro otro gran amigo del triángulo es Mephistopheles, el jefe del carnaval ambulante y quien, prácticamente desde el primer momento, empieza a acercarse a Audrey Rose.

Tanto Thomas como Mephistopheles representan las dos caras de una misma moneda: ambos representan libertad, pero de dos maneras diferentes. Thomas ofrece una libertad personal para Audrey; él jamás la va a enjaular, jamás le va a decir lo que debe o no debe hacer. Tal y como se ha encargado de dejar claro a través de los tres libros, tanto Audrey como él son iguales; ninguno manda sobre el otro.

Y Mephistopheles ofrece una libertad social. Una vida lejos de las normas de la sociedad que tanto frustran a Audrey Rose. Reconozco que la idea de Kerri con estas dos vertientes fue maravillosa y, si este triángulo amoroso se hubiera desarrollado desde el primer libro, o incluso desde el segundo, podría haberlo entendido totalmente; pero en una semana… me cuesta mucho, de verdad.

Audrey estuvo la mayor parte del libro convencida de que amaba a Thomas (incluso llegó a imaginárselo a él en un momento que estaba a solas con Mephistopheles). ¡Por eso me fastidió tanto que, de un capítulo para otro, ya no estuviera tan segura de sus sentimientos!

¿Entendéis ya por dónde va mi frustración? No va con el conflicto personal que Kerri quería reflejar, sino con que todo sucede demasiado rápido para resultarme realista; al menos viniendo de un personaje como Audrey Rose.

Ahora bien, todo ese caos de emociones nos llevó a LA GRAN FINAL. Ese momento en el que el asesino está a puntito de matar a mi querido Thomas. Pero no es que haga un amago, no, es que iba a matarlo de verdad. Es justo en el momento en el que Audrey Rose ve que Thomas corre peligro cuando todo se aclara dentro de ella (paréntesis: durante ese momento yo estaba gritándole al libro cosas tipo “¡Si es que eres tonta, tío! ¡¿Ahora te das cuenta?!”). Pero no es eso lo que la redime, no… ¡Es el hecho de que ella se coloque delante de él, aun sabiendo que era muy probable que ella muriera, para salvarlo! Ese monólogo interno que tiene acerca de su amor por Thomas y cómo lo describe es que me arrancó alguna lágrima incluso.

Como dije arriba, la finalidad de todo esto era que Audrey se diera cuenta de que una libertad social no significaba nada si no se sentía libre personalmente; y la única persona con la que de verdad podía sentirse ella misma era con Thomas. ¿De qué le servía todo lo demás si su gran amigo (y amor) no estaba junto a ella?

A todo esto cabe mencionar que el papel de Thomas durante TODA la trama del triángulo amoroso es digna de admiración: en ningún momento le reprocha nada, nunca le grita ni monta ningún numerito… nada. de hecho, no es hasta que ella le cuenta sus dudas que él se da cuenta de lo que está pasando relamente. En todo momento él confió en ella y creyó que todo lo que Audrey estaba haciendo era por algo. Si este chico no es maravilloso, que venga Dios y lo vea.

Y ahora bien, dejando el triángulo amoroso ya de lado, pasemos al misterio de este libro. Recuerdo que a los dos libros anteriores les di un 4,5 / 5 (si no recuerdo mal) porque averigüé la identidad del asesino bastante antes de que se descubriera. Solo le quité unas décimas de la puntuación porque, a pesar de descubrir al asesino, no sabía cuáles eran sus motivos. Pues bien, en esta ocasión ninguno de mis tres últimos sospechosos era el asesino y tampoco es que tuviera mucha idea de cuál era el motivo por el que hacía lo que hacía (también reconozco que estaba demasiado ofuscada con el tema Audrey-Thomas como para pensar mucho en el misterio). Aun así, cuando el misterio se desveló tampoco fue algo que me dejara muerta.

A ver, fue una buena explicación que explicaba todas las muertes y todo eso. Pero no sé… no me resultó tan impactante como los asesinos de los dos primeros libros (sobre todo el primero), a pesar de haberlos descubierto por mi cuenta. También he de lanzar dos lanzas en favor de este caso:

1) Creo que al final la resolución del misterio iba más centrada en la relación Audrey-Thomas que en el asesino en sí. Es decir, todo culminó con Audrey Rose arriesgando su vida para salvar a Thomas y dándose cuenta de que no había habido realmente ninguna confusión real dentro de ella; Thomas era y siempre sería el dueño de su corazón. El gran acto final del asesino solo fue un medio para ese fin.

2) Nos dejó la puerta abierta a otro asesino. O sea, eso sí que no me lo esperaba. El momento en el que dijeron al final que uno de los crímenes no había sido cometido por la misma persona fue espectacular. Y por lo que parece, este nuevo asesino que anda sueltos por las calles de América está recreando el estilo de Jack el destripador…

En serio, fue algo que me maravilló y me provocó escalofríos a partes iguales. Habían estado compartiendo barco con DOS asesinos, ¡¿pero whaaaaat?!Y antes de entrar en los personajes, tengo que cerrar esta parte de la reseña diciendo que, si tuviera que quedarme con una parte del libro, sería la final. Todo a partir del momento en que se revela quién es el asesino. Desde el momento en que Thomas aparece atado en el escenario, pasando por los pensamientos de Audrey mientras “se está muriendo” y llegando hasta esa escena final entre ambos.

Y ahora, pasemos a los personajes. No voy a hablar de todos porque esta reseña me está saliendo más larga de lo que pretendía y no quiero aburrir; así que solo mencionaré a mis favoritos o aquellos sobre los que quiero comentar algo:

1. Audrey Rose: En realidad de Audrey Rose ya he hablado cuando he tocado el tema del triángulo amoroso, así que no voy a añadir mucho más sobre ella. Es un personaje que sigue gustándome mucho, pero con el cual tuve muchas discrepancias y me enfadé muchísimo a lo largo de este tercer libro y por culpa del cual este libro tiene un 4 / 5 y no una nota más alta…

2. Thomas Cresswell: He mencionado también algunas cosas acerca de Thomas en este libro antes, pero no todas. Lo primero que debo decir es que he echado muchísimo de menos a Thomas durante toda la lectura ya que, a fin de cuentas, la historia está contada desde el punto de vista de Audrey Rose y ella pasa la mayor parte del tiempo en este libro con Mephistopheles.

Aun así, las apariciones de Thomas son magníficas (como siempre). La fe ciega que tiene en Audrey Rose es algo que me ha llamado muchísimo la atención porque, cualquier otra persona en su lugar, seguramente no habría actuado como él. Imaginaos que vuestro prometido o prometida empieza a tener momentos a solas nocturnos (y más en aquella época) con alguien que acaba de conocer y que encima os oculta información acerca de esas visitas. Sí, seguro que todos pensaríamos: “Ah, bueno, no pasa nada, tú sigue si quieres, que seguro que tienes un buen motivo”. Yo qué sé, llamadme loca, pero a mí fue algo que me llamó muchísimo la atención de Thomas.

Su carisma siguió evidente en todo momento. Yo creo que no hay nada que pueda arrancarle esa picardía tan característica que tiene (bueno, miento, sí que hay un momento en el que no hay atisbo de esa picardía, cuando él y Audrey Rose están a punto de separarse al final). Lo he dicho siempre y lo mantengo: Thomas Cresswell es mi personaje favorito masculino del mundo mundial. Es muy difícil que alguien logre arrebatarle ese primer puesto en mi corazoncito.

3. Mephistopheles: Personaje que no me ha gustado nada, y no es porque sea el otro miembro del triángulo amoroso, no, sino porque me ha parecido una copia de Thomas en muuuuuuchos aspectos. Veamos: comentarios pícaros, amor hacia su persona, la única persona con la que realmente se abre es Audrey Rose… Mmmm… ¿Thomas, eres tú? Audrey Rose afirmaba que Mephistopheles era una persona con un magnetismo personal que te atrapaba. Pues bien, señoras y señores, yo no sentí ese magnetismo en ningún momento. Todo el rato pensaba que le faltaba algo, ¿sabéis qué? Carisma. Me pareció un personaje que, por muchos comentarios sinuosos, o por muy bien que se portara con Audrey, siempre era la sombra de algo… la sombra de Thomas. Tal como dije antes, son dos caras de una misma moneda y este es otro ejemplo de ello. Quizá Kerri quiso crearle una personalidad semejante a la de Thomas para que Audrey se viera atraída hacia él, no lo sé, pero como Thomas no hay dos, lo siento.

4. Liza: Por algún extraño motivo, Liza es un personaje que me ha conquistado. Me han gustado muchísimo sus apariciones y el hecho de que siempre haya defendido a Thomas y haya aconsejado a Audrey Rose. Su personalidad también me gusta bastante y es muy fácil cogerle cariño. de verdad, me gustaría ver más de ellá en el cuarto libro.

Bueno, ya solo me queda destacar la prosa de la autora. A mí el estilo de Kerri Maniscalco me encanta. Me fascina su manera de narrar y los ambientes que crea, hace que realmente sientas que estás ahí con los personajes y eso es algo que admiro mucho. La trama general del libro ha sido fascinante, el misterio muy bien montado y, como siempre, me ha enamorado (dejando de lado el tema de las dudas de Audrey Rose). Una vez más, os recomiendo muchísimo esta saga.
Enlace: https://booksinneverland96.w..
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