¿No son los torrentes del tiempo, que a la humanidad siglos arrebatan, lo que para los individuos son horas fugaces, días cortos? |
¿No son los torrentes del tiempo, que a la humanidad siglos arrebatan, lo que para los individuos son horas fugaces, días cortos? |
[...] aquella boca que solo enseño amor, aquellos rasgos del mejor de los hombres. ¡Ah! El corazón vacila, la fe se desvanece; y un grito angustiado: "¡Padre, padre! ¿Por qué me has abandonado!" |
Y aunque no la conozco, siento otra vida, totalmente diferente a este inquieto y preocupado esfuerzo, lleno de dolor y furiosa prisa. |
¡Sagrada noche de esta región de ensueño! Con afectuosos ojos me conduces hacia Aquel del que todo surge; y posas mis manos sobre su corazón: su vida siento. |
Me hundo en un benefactor ensueño, y los pensamientos se liberan lejos [...] |
así permanece mi amor hacia ti, aunque también a tormenta del profundo dolor del amor mi espíritu azote, y sus pensamientos, intranquilos, ondeen y floten. |
Siempre ávido, beso sus labios; siempre me saben a vacío; y el pábilo de la vida arde con sus últimas chispas. |
así te llamo yo, amada, desde lejos, para poder hablar del Paraíso. Tu espíritu acude pronto a la íntima petición. ¡Qué consuelo que en mi brazo te estreche! |
[...] y me es igual fundirme con la nada, que con la divina paz desposarme. |
[...] y tu espíritu se disipa también en la luz de la luna: ¡méceme, pues, ven, dulce muerte! |
¿ Qué día nació Jane Austen?