Un libro de distopía juvenil que tiene un poco de todo lo que ya he leído previamente, una protagonista diferente y un chico capaz de todo por ella, en eso no hay nada interesante. La premisa de que la prota puede matar con tocar a la gente o que la toquen a ella es lo distinto, aún así la autora logra narrar de manera elocuente la historia que nos está contando y la hace amena, afortunadamente no es un libro extenso, si bien no ha sido una super experiencia si me ha dejado con la curiosidad, sobre todo por el que parece ser el antagonista de la historia.
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