No hay daño en la honestidad.
|
No hay daño en la honestidad.
|
Si el alma misma no tiene ningún deseo de vivir, entonces es prácticamente imposible salvarla.
|
El odio puede cegar los ojos de una persona, y hacerla incapaz de admitir nada a favor de su enemigo.
|
—¿Es en serio? Me acabo de despertar y me estás diciendo que descanse. ¿De verdad odias tanto ver mi versión despierta?
|
(...) se atrevería a jurar que ni en el cielo ni en la tierra van a poder encontrar un alma errante más calma y virtuosa que la suya.
|
Al fin y al cabo, hay muy pocos en el mundo que poseen un deseo tan poderoso que los lleve a sacrificarlo todo por cumplirlo.
|
—¿Sabías que, en ese entonces, al rechazarme tan fríamente tantas veces, me hiciste perder mucha cara? —Puedes intentar y ver por ti mismo si, ahora, hay algo que te negaría. |
Las acciones que uno comete, ya sea de una u otra forma, se tendrán que pagar, ¡Uno recibe lo que da!
|
¿...No seré capaz de saberlo por tu rostro, sino que solo si escucho los latidos de tu corazón?
|
—Mi madre solía decir siempre que debes recordar las cosas buenas que los otros hacen por ti, no las que tú haces por los demás. Solo cuando las personas no guardan tanto dentro de su corazón, es cuando realmente pueden ser libres.
|
¿Qué medida tomó el profesor Snape para proteger la Piedra Filosofal?