No defrauda el Sr. Andreu Martín, sus novelas negras son eso, novelas negras con todo lo bueno y poco malo que hay en ellas, con una buena trama, con mucha dureza, sin blanquear nada, no son libros aptos para todos, hay que tener el estomago preparado y con callo. Hay un encargo a un detective por parte de un padre para que encuentre a su hija y descubra si es prostituta o no. El padre es todo menos a lo que se puede llamar padre y el detective va descubriendo cosas. Se mezcla presente con pasado, el hilo de las declaraciones de los implicados es a veces un tanto liosa, pero se coge el ritmo bien cuando te das cuenta de cómo se está contando. Es de esas novelas en las que odias a algunos personajes, ya sea por cómo son o por el poder y la ostentación que hacen de él. Y luego está el final, de esos finales que se quedan en tu cabeza, que resuenan y dices eso, eso es lo que está bien. |