Corazón geométrico

Mi hermano decía que los violines eran a la orquesta lo que el dulce de leche al alfajor: juntaban todo, eran el aglutinante del sonido. Me parecía una definición perfecta.

Cociricó-Xocoricó-Bistecca.

Me preguntó si estaba cómoda en el departamento porque era la primera vez que la residencia decidía alojar gente no en hoteles sino en casas reales. Había sido una idea del mismísimo Antonio Martinelli, el director, porque, según él, si queríamos entender el verismo y conocer la ciudad no podíamos vivir en un espejismo de desayunos siempre listos y camas con sábanas inmaculadas.

Me dijeron que estaba muy rico y que la receta tenía carácter. Él comió a toda velocidad y se fue rápido a la habitación. Ella lavó los platos y nos quedamos tomando vino y hablando de algu- nas cosas que tienen en común Buenos Aires y Kiev, como el caos de tránsito y las crisis económicas.