Los renglones torcidos de Dios

Un thriller adictivo, original de principio a fin en el que mantienes la duda sobre el estado mental real de la protagonista en cada página. Una lectura que describe con todo tipo de detalle tanto la labor de los especialistas dentro de un centro psiquiátrico como los diferentes perfiles de los usuarios, muy complejos en su mayoría.

Ambientado en un hospital psiquiátrico ficticio en la provincia de Zamora, año 1978. Una mujer de buena cuna, formada a nivel universitario, ejerciendo en una vida normalizada como detective privado es acompañada al centro sanitario con la intención de encontrar al responsable de un asesinato sucedido en Madrid. Supuestamente su ingreso está argumentado con un trastorno psicológico aún por determinar, aunque ella afirma que es mentira. Defiende que si único cometido es resolver el caso. Siendo este el verdadero dilema que nutre a la lectura, si de verdad tiene razón, o es que está tremendamente loca.

Alice, la protagonista, es una mujer elegante, locuaz, con don de gentes, muy inteligente, cercana, respetuosa, se gana el aprecio de todos, cuerpo médico y usuarios por igual… es capaz de engañar o decir la verdad según le beneficie, sus conversaciones y pensamientos son totalmente cuerdos y justificados, pero el diagnóstico que alguno de los propios médicos realizan permiten hacer jugar al lector entre las dos hipótesis que se plantean sobre la protagonista.

Destripa los miedos, los pensamientos ocultos y superficiales, las fobias de los diferentes personajes que van surgiendo en la trama. Describe con detalle los diferentes perfiles de los usuarios del centro, cada enfermedad o trastorno, con sus grados, particularidades de manera muy gráfica. Detalla como la sociedad de la época, que perfectamente podría trasladarse a la actualidad, actúa en relación a este tipo de perfiles, con muy poca delicadeza y con facilidad para menospreciarles, o simplemente no hacer visibles y no integrarles en la convivencia social.

Una historia potente, sin tapujos, tierna a la par que dura, muy realista. Constantes giros y preguntas que te haces como lector, diálogos intensos y profundos y reflexiones continuas.

Es importante señalar como el autor con el objetivo de documentarse vivió en sus propias carnes durante a varias semanas, haciéndose pasar por un enfermo depresivo un tiempo en un centro psiquiátrico. de cuya experiencia pudo caracterizar a varios de sus personajes de la novela.
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