Los renglones torcidos de Dios

Estamos ante un libro que lleva rondando años por mi vida. Siempre que alguna persona de mi entorno lo leía me comentaba que estaba segura de que me gustaría. Eso hizo que me generara una mezcla de sentimientos, por un lado estaba deseando leerlo y por otro me daba un pelin de rechazo tantas buenas críticas hacia él. Con el estreno próximo de la película decidí que había llegado el momento de leerlo para evitar que me destrozaran un buen libro con posibles spoilers.

Recuerdo que el libro me atrapó desde el primer momento, estaba completamente emocionada con la historia y ya presentía que se convertiría en uno de los libros de mi vida. Pero… de mitad del libro hacia delante según avanzaba me iba desinflando.

No culpo para nada al libro, al revés me parece un gran libro. Creo que Torcuato hizo un gran trabajo a la hora de adentrarte en el psiquiátrico y su día a día. Me encantó conocer a cada uno de los pacientes y en un principio me fascinó el personaje protagonista de Alice Gould. Por no hablar de que creo que es un libro cargado de referencias y mensajes subliminales.

El problema vino cuando me empezó a chirriar un poco las relaciones médico/pacientes y la percepción que nos hace tener del personaje protagonista convirtiéndola prácticamente en una semi-diosa y situándola por encima del bien y el mal, en mi opinión simplemente por ser una mujer atractiva, de clase alta y con un nivel intelectual bastante alto. Creo que no hacía falta idolatrar de tal manera al personaje de Alice Gould. Por eso considero que el único punto positivo de la película frente al libro es que corrigen este aspecto.

Aunque me sigue pareciendo un buen libro, con una historia muy interesante y que consigue atraparte y jugar con tu mente. No puedo evitar que me deje una sensación agridulce por lo que pudo haber sido para mi y no fue.