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Cuando comencé a leer «Cuando nos volvamos a encontrar» de Marta Lobo no sabía que me iba a encontrar con una de las novelas que han pasado a formar parte de mi lista de novelas románticas favoritas. Debo reconocer que el comienzo del libro no me gustó mucho, lo juzgué antes de hora y no conecté con la historia que comenzaba a narrar, pero después del primer capítulo, todo cambió y Marta logró captar toda mi atención. Vika es una mujer preciosa, pelirroja, sofisticada, tierna, torpe, que habla sin filtros, positiva, con un humor envidiable y que le encanta utilizar la ironía. Trabaja en el mundo de la moda. Tiene un hermano mellizo, Grant, que daría la vida por su hermana y su familia, pero es demasiado protector con ella. Vika tiene una fuerte vinculación con su familia, con sus abuelas, sus padres, sus hermanos y su tierra, Escocia. Es una persona que cuando ama, lo hace con toda su alma y corazón, de verdad. Ailean, científico de profesión, es una persona muy cuadriculada, racional, sensible, cínico, prepotente y desmesuradamente desconfiado. Es el mejor amigo de Gaven, el vecino de Vika. La vida ha provocado que ya no crea en el amor porque tiene el corazón destrozado y esto hace que pase por la vida sin vivirla realmente, sin disfrutarla y haciendo que se refleje en sus ojos todo el dolor y la tristeza del mundo. Su familia se encuentra lejos de él porque él ha decidido vivir solo en este mundo. Ailean y Vika se conocen en una fiesta y la primera impresión que se lleva Ailean de Vika es que es una mujer superficial que se gasta una fortuna en ropa y zapatos de marca. Vika por su parte considera que Ailean es un estirado que no sabe vivir la vida. Es un mal comienzo para una historia preciosa repleta de encuentros y desencuentros, de viajes, de promesas, de fantasmas, de raíces, de confesiones y de no amor. La relación entre Ailean y Vika evoluciona poco a poco, dejándote saborear todas y cada una de las fases por las que pasan. Vika ha estado casada anteriormente aunque nunca se ha enamorado, confundieron pasión con amor de verdad, aun así sigue siendo muy amiga de su exmarido. Tiene un vecino de toda la vida, Gaven, con el que mantiene una estrecha amistad porque para ella es como si fuese su hermano. Tiene como mejor amiga y jefa a Patt, una mujer con los pies en la tierra que se siente fuertemente atraída por una persona que trae a Vika de cabeza. «…No es lo mismo querer a alguien que amarle. Querer es la mitad, pero amar es el todo. Es querer, sentir, es la pasión, la locura, es ese momento que dicen que tu corazón da un vuelco, es realmente conocer lo que la palabra amor significa…» En cuanto a los personajes secundarios, me parecen totalmente imprescindibles, no puedo quedarme con ninguno en concreto porque me parecen todos realmente importantes e interesantes a partes iguales para completar la historia. Marta ha desarrollado cada uno de esos personajes secundarios dándoles una historia y un papel imprescindible para el desarrollo de la historia entre Vika y Ailean. Hay algo que me ha gustado mucho y es que no hay sexo explícito, es algo que no me gusta y que últimamente abunda en todas las novelas románticas que leo, a mí personalmente me gusta más que se deje entrever una escena y dejar lugar a la imaginación y esto Marta lo borda. Es una historia repleta de amistad, de detalles, de amor, de magia, de esperanza, con fuerza, donde los valores familiares y personales tienen un gran peso. El final de la historia es… impactante, nada previsible y emocionante. La historia en sí es bastante extensa, profunda, emotiva e intensa pero Marta posee un ritmo al narrar que hace que el tiempo que pasas leyendo se pase volando, que se convierta en una lectura fresca que hace que disfrutes mientras ries, lloras, sufres y empatizas con los personajes y algunas de las situaciones. Me he quedado con ganas de más, he empatizado con Vika, con Ailean y con algunos de los personajes secundarios, no sólo por su carácter sino también por algunas de sus expresiones y por el lugar donde transcurre gran parte de la historia, Escocia y la Isla de Skye. «…Solo tenemos una vida y es nuestro deber vivirla hasta el último aliento. Vive, ríe, lora, disfruta, equivócate, permítete sentir y ama, vuelve a amar aunque no salga bien. Nunca se sabe cuándo tu corazón volverá a latir de nuevo. Cuando llegue ese momento debes estar preparado, porque si lo dejas pasar, puedes arrepentirte…». Hace unos años estuve allí de viaje, en varias partes de Escocia y en Skye, y me enamoré, no sólo de su historia y de los paisajes, sino de las personas, de su carácter, de sus raíces y sus tradiciones tan arraigadas y siempre presentes. Fue un viaje donde viví muchas emociones, donde reí, lloré, grité, me perdí y volví a encontrarme, donde comenzó un punto y a parte de para la historia de algunas personas importantes de mi vida que al final se convirtió en un punto y final. En parte por esto he empatizado tanto con la historia y los personajes, pero aunque no hubiera realizado ese viaje, me hubiese sido muy fácil conectar con Vika, Ailean y el resto de personajes gracias a la pluma de Marta Lobo. Marta describe a la perfección cada uno de los lugares donde se desarrolla la historia bien sea en un faro, en el jardín de una casa, en la habitación, la oficina, Nueva York, Edimburgo, Londres, Madrid o Paris. Como os comentaba al principio, Cuando nos volvamos a encontrar ha conseguido entrar en mi lista de romántica favorita y es complicado entrar en esa lista. Cuando leo un libro y no me gusta, tengo pocos miramientos a la hora de borrarlo de mi lector de ebooks. Hay pocos autores que me gusten tanto como para querer devorar todos los libros que han escrito y pocos títulos que a día de hoy decida comprar en papel por motivos obviamente económicos y releer con el paso del tiempo, pero Cuando nos volvamos a encontrar ha logrado colarse en mi lista en un lugar privilegiado. Os recomiendo no sólo el libro que os hará tener renovadas ganas de vivir, sino que leáis también a Marta Lobo porque creo que es una autora que os va a encantar. |
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