Si el tiempo no existiera

Desde la primera vez que vi este libro supe que tenía algo especial y que tenía que leerlo sí o sí. de hecho, lo compré hace años y me gustaba pensar que buscaría el momento idóneo para leerlo, así que cuando por fin llegó no podía estar más feliz.

En la historia conoceremos a Blanca, una chica con un extraño don que le permite viajar a través de los hilos del tiempo. Así, un día descubre que ha viajado hasta Gixón en el siglo XIV en mitad de una época convulsa pues la ciudad está en medio de una disputa entre el rey y su tío, por lo que la batalla puede ser inminente...

Allí, Blanca conocerá a Bernal, el cual la toma inmediatamente bajo su protección y la incluye en la alta sociedad de la época, llena de intrigas, cotilleos, luchas de poder...
Además, aparecerá por allí un atractivo pirata, Sam Waters, que hará que la su vida se vuelva más intensa y apasionada.

La historia nos presenta una novela histórica en la que la protagonista tiene que adaptarse a una época totalmente diferente. En este aspecto he echado en falta un poco de profundidad y haber descubierto más curiosidades de la época a través de la experiencia de la protagonista, pues no he visto las diferencias del siglo XIV con respecto al XVIII. Aparte de la parte costumbrista, sí que hay un gran componente histórico que nos habla sobre el pasado de Gijón y como fue su historia.

Lo más destacado de la historia es el romance, el cual cuenta con un extraño triángulo amoroso. Aunque no son mis favoritos, he disfrutado viendo como los sentimientos de la protagonista van evolucionando y como se va desarrollando toda su historia.

Lo que menos me ha gustado del libro ha sido en ciertas actitudes de la protagonista. Ella pretende ser una pionera y adelantada a su tiempo, pero mi percepción es que es una egoísta desagradecida. Bernal y Constanza le proporcionan todo lo que necesita sin pedir nada a cambio y ella no es capaz de respetar su normas o sus costumbres. Además, tampoco le importa si ellos pueden sufrir las consecuencias de sus actos impulsivos e inmaduros.

Por el contrario, Bernal y Samuel me han gustado bastante. Se corresponden con la forma de actuar de su época y tienen una caballerosidad muy bonita, pero, al mismo tiempo, tienen un halo moderno que les hace muy especiales.
También la historia contiene personajes secundarios fuertes y con una gran historia y personalidad como Constanza, la Condesa, Mencía...

Mención especial también es el papel que tienen los animales a lo largo de la historia. Blanca encuentra un perrito al poco de llegar y se convierten en inseparables, es muy bonito ver esa conexión tan especial entre ellos y me ha gustado verla reflejada.

Es el primer libro que leo de la autora y definitivamente no será el último (de hecho, la continuación de la historia está disponible y yo me muero de ganas por saber más sobre los personajes). Me gusta su forma de narrar y como está construida la historia. El único pero que tengo es que su estilo me ha chocado un poco, pues la primera y la tercera persona se entremezclan sin que haya puntos de inflexión importantes que lo justifiquen. Aunque no es algo que te saque de la lectura, resulta un poco molesto cuando estás leyendo.

En definitiva, si te gusta el romance, la novela histórica y los viajes en el tiempo, te animo a darle una oportunidad a Si el tiempo no existiera porque es una historia que merece muchísimo la pena.