Si el tiempo no existiera

A veces, las respuestas que buscas no se encuentran en el momento en el que vives.

Que se lo digan a Blanca que tuvo que viajar en el tiempo para poder encajar el puzzle de su vida. Un puzzle que nosotros iremos montando con ella y del que, ya os anticipo, alguna pieza nos va traer de cabeza.

Como gijonesa que soy, era inevitable que me viera tentada por esta novela ambientada en el Gijón del siglo XIV. Concretamente en el asedio que esta ciudad sufrió por parte de Enrique III de Castilla.

Si algo me ha gustado de este libro es el momento histórico elegido y cómo ha integrado la autora toda la información dentro de la trama. Es un punto muy a favor en un género en el que muchas veces la segunda etiqueta de "histórica" se centra única y exclusivamente en el atrezzo, decorado, costumbres... En este caso, algo que ocurrió realmente, está sucediendo entonces y los personajes forman parte de ese escenario.

Está publicada por HQÑ y es eminentemente romántica, pero tiene un montón de ingredientes que la convierten en un cocktail al que no le falta de nada: historia, acción, tramas palaciegas, erotismo, triángulo amoroso, ciencia ficción...

Sí, triángulo amoroso, y aunque soy exigente con este cliché (bueno, en realidad con todos lo soy) Rebeka ha salido airosa de mi duro criterio.

En definitiva, una novela muy entretenida que no se pueden perder los amantes de la romántica histórica.