Bosque

Me encantan las brujas y toda historia que trate sobre ellas. Y este libro nos cuenta una historia donde las brujas y la brujería tienen un papel fundamental. Pero también tenemos un bosque, que aquí es un ente con vida propia, más por lo que esconde, por lo que atemoriza, que por su propia entidad. Y, a mi manera de ver, porque es el elemento que separa lo sobrenatural de la vida real, lo que aleja a muchos de los personajes de sus anhelos y sus verdaderos deseos. Y de la libertad.
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Candena es una bruja que vive en el bosque, atrapada por sus demonios y su propia oscuridad. En su momento cometió el error de vincularse con uno de esos demonios y ahora, años después, vive con su hija y sus nietos aislados del resto de la gente, jugando con la magia más tenebrosa, intentando proteger a sus nietos de esa oscuridad que ya forma parte de ella y que sabe que puede llegar a destruirlos.
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Lo primero que me llamó la atención cuando comencé a leer el libro fue la prosa dura y sin rodeos de la autora. Entra al trapo en el asunto , sin descripciones detalladas, con contundencia. La manera perfecta de presentarnos a unos personajes que va a ser difícil que amemos, porque están llenos de rencor y de rabia, y según va avanzando la historia vemos que ese odio va en aumento, hasta el desenlace final. Sí que hay unos cuantos personajes por los que sentiremos lástima, porque son víctimas inocentes de ese odio, pero poco a poco nos iremos dando cuenta que aquí el amor no va a salir triunfante. En este caso prevalecen los peores sentimientos del ser humano, esos que te llevan a hacer cosas terribles y no te dejan vivir. Locura, celos, odio y muerte, de eso va esta novela.