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Es un libro que, en general, me ha gustado, pero no me ha conquistado tanto como a la mayoría. Esta primera entrega de la bilogía me ha recordado bastante a los libros de Sarah J. Maas, sobre todo sus protagonistas, ya que Aren tiene un aire a Rhysand, de la saga Una corte de rosas y espinas, y Wynd me recuerda a Celaena, de Trono de cristal. La cosa es que, al parecerse tanto, es inevitable compararlos y los de este libro se quedan en un quiero y no puedo, una especie de intento, pero que, en mi opinión, no llegan a brillar ni hacer mella en el lector de la misma manera. Por un lado me ha parecido original el tema de las nuevas razas, como son los sidh, los nym o las arpías, o que la autora incluso introduzca en la lectura seres mitológicos, como son las ondinas, conteniendo, por tanto, una mezcla bastante completa de seres sobrenaturales. También me gustó que se partiera de la idea del asunto del equilibrio que ha de haber en el universo, que deban estar equilibrados el orden y el caos, y si se desestabilizan algo ocurrirá para que vuelvan a estar equilibrados. de ahí surge la creación de nuevos seres y se da explicación al porqué de la existencia de criaturas oscuras, dado el desequilibrio de poder existente. A su vez, me ha gustado cómo se plasma la diferencia entre sidh y humanos, cómo los primeros son percibidos como seres poderosos, altivos, sin una pizca de humanidad y cómo viven con privilegios notables, mientras los humanos se mueren de hambre fuera de la ciudad y se encuentran a merced de los peligros del bosque. Y, por supuesto, los escenarios que se nos plantean, la temeridad de las pruebas a las que nuestros personajes se enfrentan y lo despiadados que son los sidh, cómo no les importan las vidas que puedan perderse mientras puedan entrenar bien a sus guerreros. Wynd es una humana que, después de que Nana la salvara de morir, le vende su alma para hacer todo lo que ella le ordene. Así, se convierte en asesina y comete muchas barbaridades en su nombre, y el libro comienza cuando la envían a una misión para colarse en Oed, la ciudad de los deseos, donde viven los sidh, para infiltrarse entre las tropas de la guardia del Deirnas, el gobernador. Para ello, ha de superar las pruebas mortales de acceso. Wynd es una máquina de matar, ha sido entrenada durante toda su vida para ello y obligada a reprimir siempre sus sentimientos, por ello evita a toda costa relacionarse con los demás y está enfocada en cumplir con su misión, sin importarle lo que tenga que hacer para ello y a quién llevarse por delante para conseguirlo. Wynd siempre ha estado entre la espada y la pared, lo que es contra lo que debe ser, su esencia frente a su deber, y el trato realizado con Nana, del cual no puede librarse. Ahora bien, dentro de que sea normal que, cuando empieza a tomarle cariño a otras personas, empieza a darle vueltas constantemente a esa dualidad, reconozco que su personalidad me ha resultado demasiado contradictoria. Ocurre demasiado pronto que necesite expresar las cosas, o que quiera ayudar a los demás, me hubiera gustado que fuera más progresivo, para que no quedara forzado, y también que hubiera una evolución, no que hubiera esos cambios bruscos entre actos y sentimientos bondadosos y atrocidades que piensa o comete. Con respecto a Aren, he de decir que me ha gustado mucho su oscuridad, protección y que siempre esté ahí para Wynd, cómo quiere sacar lo mejor de ella y, pese a que algo me dice que oculta cosas, porque se ve a la legua que está lleno de secretos, es mi personaje preferido. Sobre los personajes secundarios, he de mencionar a Axel, que no me gusta, me parece una persona turbia que esconde algo, y a Blue y Cordelia, que me parecen divertidos y bueno, ella me ha parecido la bondad hecha persona, he disfrutado de los momentos que compartimos con ellos. El libro engancha mucho y está lleno de acción, además de que tenemos un enemies to lovers en toda regla. He de decir que el romance tiene escenas muy poco naturales, Aren se muestra demasiado interesado desde el principio, y teniendo en cuenta que es el hijo del gobernador... Algo sospechoso es, lo que me sorprende es que el resto no sospeche de eso. Tampoco me ha parecido muy creíble que él solo vaya con Axel y nadie se le intente acercar constantemente, con lo guapo y poderoso que es, además de la posición que ostenta, simplemente por interés hubiera sido más normal que intentaran adularlo e irle detrás. Quitando eso, sí que he disfrutado de las interacciones entre nuestros protagonistas, hay una continua tensión entre ellos, y cada vez que la relación avanza un poco más o llega a un momento interesante, ¡pum! Algo ocurre que los interrumpe, cosa que me ponía de los nervios y me hacía leer con más ahínco jaja La manera de escribir de la autora no me ha gustado, no me gusta cómo intenta narrar poéticamente en muchas ocasiones y no para de nombrar la luna, las estrellas,... Más que nada porque lo hace en momentos que no pegan, es como si se cortara y pegara ese texto solo para intentar escribir bonito, cuando a mí por lo menos no me cuadraba en esas partes, lo que hacía que quedara poco natural. Eso lo que provocaba era que desconectara de la historia. Las descripciones de los ambientes sí las disfruté, pero no de los comportamientos, y hay sucesos muy precipitados y bruscos. También eché en falta mejor descripción y estructuración de la sociedad creada, sobre todo en lo referente a los sidh, no queda claro su estructura ni jerarquía, cómo se organizan ni qué diferentes poderes tienen o cómo identifican a los que son más poderosos. Del final, diré que me dejó destrozada, no me lo esperaba para nada, queda en un punto crítico y todavía demasiados hilos sueltos, por lo que deja al lector con la miel en los labios y con mono de tener la segunda parte entre sus manos. Enlace: https://adictaloslibros.blog.. |
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