Cándida: 135

Compré Cándida en el estante de la editorial Renacimiento en la Feria del libro de Madrid de este año. Fui buscando un libro que se situara a principios del siglo pasado, antes de la guerra y que hablara de la lucha por el sufragio femenino en España. Me decanté por esta novela corta y creo que no escogí del todo bien.

Cándida es el nombre de la protagonista de esta historia. Una maestra de Logroño que viaja a Madrid para escribir sobre la creciente creación de asociaciones feministas en España, y la posible realización del Congreso Internacional de asociaciones feministas en Madrid. Para ello, entra en contacto con María Lejárraga, Clara Campoamor, la Marquesa de Ter y un largo etcétera de mujeres conocidas de la época.

El momento es interesante y el hecho de haber decidido poner en medio del meollo a un personaje ficticio que guíe al lector, también. El estilo es el que no me ha convencido. Me ha parecido que la autora no ha sabido aprovechar bien las disputas entre las diferentes asociaciones, que ha ido a lo básico y lo ha reducido a riñas infantiles. Se ha inventado un diario inexistente propiedad de la Marquesa de Ter que en lugar de servir para profundizar en la vida y personalidad de esta mujer viene a retratar las diferencias que tiene con otras mujeres, líderes también del movimiento feminista en España que ya se han comentado con anterioridad sin terminar de aportar nada interesante, más que provocar cierta aversión por la marquesa. al final, decide añadir un epílogo que al leer la nota de la autora resulta ser un homenaje a su abuela. Conmovedor pero, completamente innecesario, porqué de nuevo no aporta nada y la historia ya había quedado bien cerrada.

Eso es lo que no me ha gustado, parece mucho pero, sin embargo, no me ha privado disfrutar del libro. Si es cierto que el día que lo empecé y vi como estaba escrito se me hizo cuesta arriba, lo dejé pero, lo volví a coger, y sabiendo lo que leía me lo bebí de una sentada. Para mi, la prosa no acompaña pero, está bien para ver las diferentes facciones que habían (y todavía existen) del feminismo, en este caso español, y relacionarlo con los nombres de las mujeres que lucharon para concedernos el voto. Es una buena opción si quieres algo ameno.