Irène

Lemaitre me conquistó hace unos años cuando leí su novela ‘Vestido de novia', de la que os ya os he hablado, una de las historias más sorprendentes que recuerdo leer. Y por suerte, el autor me mantuvo conquistada cuando meses más tarde leí Irène, primer libro de la saga del inspector Verhoeven.

En este libro nos encontramos un caso muy original, donde los crímenes cometidos parecen rendir homenaje a novelas negras clásicas. Este punto de partida me resultó muy llamativo, y conforme se avanza en la lectura nos damos cuenta de que es tan solo la antesala a una historia compleja, a una trama hilada a la perfección que desemboca en un giro argumental imprevisible y a un final completamente único.

La narración se amolda como un guante al ambiente de la historia y al cariz frenético y de urgencia que va cogiendo la misma. El autor es experto en narrar de una manera que despierta sentimientos y sensaciones en el lector, además de hacer unas descripciones muy realistas y detalladas (tanto que algunas escenas incluso resultan demasiado crudas y explícitas). Este estilo tan ameno junto con la intriga que se va generando con el avance de la historia, convierte a esta novela negra en una lectura que se devora con facilidad.

Sin duda, recomiendo este libro (y al autor en general) para aquellos amantes de la novela policiaca y los crímenes originales que busquen una historia diferente y una lectura con una resolución que consiga romper sus esquemas. Por mi parte, seguiré leyendo el resto de libros de esta saga, pues estoy segura de que también estarán a la altura.
Enlace: https://www.instagram.com/p/..