Un inicio aplastante: "El bebé ha muerto. Bastaron unos pocos segundos. El médico aseguró que no había sufrido. Lo tendieron en una funda gris y cerraron la cremallera sobre el cuerpo desarticulado que flotaba entre los juguetes". Y a pesar de saber el desenlace desde el inicio de la novela, Leila Slimani consigue crear tensión y una expectación constante sobre qué ha llevado a una niñera aparentemente idílica, a cometer semejante monstruosidad. La maternidad y la difícil tarea de conciliar, la diferencia de clases sociales, la inmigración, la soledad.. son algunos de los temas centrales, que retrata Leila, desde mi punto de vista, de manera maravillosa. |