 |
Una novela que te remueve, te hace pensar, sufres y odias. Un clásico que no me ha dejado indiferente. Scout Finch es el alma de la novela. Una niña de ocho años sabia y astuta, renegona y firme defensora de sus opiniones. Es la narradora de la historia y la que de alguna forma le da un toque juvenil al libro. La trama se desarrolla en los años treinta en Alabama, USA, dónde existe una rebelión racial, injusticias por ser de un color u otro y como influye en la sociedad. La historia, además de contar las aventuras de Scout, su hermano Jem y su amigo Dill, tiene una fuerte crítica social y de estatus con Atticus, el padre de ambos. Un abogado ejemplar que defiende los derechos del ser humano ante todo, pese a su propio perjuicio. El libro tiene partes más juveniles a la vez que otras más maduras, siendo estas últimas las que más he disfrutado. Es una novela reflexiva y que trasmite valores, ideales y principios. ¿Un pero? El final, aunque ya sabemos que para gustos libros. Si queréis leer una novela reivindicativa a la par que histórica, con toques de humor y muy reflexiva, os la recomiendo. |
>
