Matar a un ruiseñor

Matar a un ruiseñor es la mejor obra que he leído, la he amado tanto, le tengo mucho aprecio a este libro y me impresiono en muchos aspectos.
Suelo anticiparme al final de las historias pero en este caso no pude preverlo, y esa capacidad que ha tenido la autora para mantenerme enganchada y sorprendida durante la lectura ha sido admirable.
Además la obra me hizo reflexionar sobre el racismo, lo que me parece un gran arma literaria para generar conciencia. Cabe resaltar también que el personaje del abogado fue uno de mis favoritos porque me pareció una figura admirable e inteligente, capaz de resolver situaciones difíciles.
Aunque el final me parece injusto, entiendo que está relacionado al contexto en que se desarrolla la trama.