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"Matar a un ruiseñor" fue uno de esos clásicos de la literatura estadounidense que más me atrajo y que tenía la absoluta intención de leer algún día. Finalmente di el paso este año, muy intrigada por descubrir esta historia de la que tanto se ha hablado. A lo largo de la novela se tratan temas como la justicia, la segregación racial y el racismo, por lo que tenía todos los elementos para que el libro me gustase. Obviamente tenía muchas expectativas al respecto, y tenía bastante confianza cuando comencé a leerlo. Y efectivamente, este libro está hecho para mí. de las mejores lecturas que he tenido en los últimos años. La historia ocurre en un pequeño pueblo de Alabama, en la época de la Gran Depresión, donde Atticus Finch cría solo a sus dos hijos, Jem y Scout. Hombre íntegro y disciplinado, este abogado es designado para defender a un hombre negro acusado de haber violado a una mujer blanca, enfrentándose a la pena de muerte. Dicha historia está contada desde el punto de vista de los niños y, en esto, no cabe duda de que la historia es bastante realista en cuanto a su narración. Estos últimos han sido de alguna manera protegidos por los adultos de los problemas que les rodean, por lo que los seguimos en sus aventuras diarias que a veces nos parecen un poco fútiles. Me encantaron los personajes de esta novela, y en particular Scout, cuya curiosidad y agudeza mental son un soplo de aire fresco, y especialmente Atticus, este hombre que me inspiró tanto con su benevolencia y su tolerancia. La forma en que educa a sus hijos, su sabiduría y sus palabras son uno de los aspectos más bellos de esta novela. A partir de la mitad, la historia toma un giro diferente y la lectura de repente se vuelve más seria, con apuestas reales. Finalmente llegué al final, dándome cuenta de que había entendido mal el interés de esta novela. Capturé toda la belleza, la profundidad, la sutileza. Entendí que es ante todo una novela sobre la complejidad humana, y una historia de aparente sencillez pero donde todo es importante. También hay que señalar que el contexto es un aspecto muy importante de la historia, y uno solo puede asustarse un poco al ver cómo todo suena tan relevante hoy en día. Ahora entiendo por qué esta novela es un clásico y por qué es importante. A cualquier edad, puedes leer la historia contada por Scout y comprenderla, pero inevitablemente captarás diferentes matices. "Matar a un ruiseñor" se trata de una novela sublime, cuya belleza comprendí cuando la cerré, con lágrimas en los ojos. |
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