No creo poder superar nunca este libro y lo que ha significado para mí. Es un canto a la inocencia, a la igualdad entre seres humanos, a la vida. Sí, definitivamente es un canto a la vida. Narrado en voz de niña que todo lo ve, que todo lo siente, Matar a un ruiseñor es un viaje a la América racista de los años 30. En un pueblo pequeño, una niña y su hermano, hijos de un abogado que tiene un arduo caso que defender, aprenden y descubren qué significan el poder, el privilegio, la crueldad y la humanidad. |