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Desde el principio somos testigos de toda la historia a través de los ojos de Scout, una niña que nos muestra cómo era su día a día cuando su padre, Atticus Finch, decidió defender a un negro acusado de violar a una mujer blanca. La trama no empieza con este horrible incidente, sino que previamente nos hablan de Maycomb, un pueblo dejado de la mano de dios en la América profunda. Scout es una niña muy sincera que le cuesta comprender que el mundo sea tan injusto y, aunque sus travesuras son entretenidas, la trama no avanza en ninguna dirección hasta que no llevas un cuarto de libro. Los capítulos son bastante largos y es impresionante la cantidad de nombres e información, pero toda esta introducción se hace algo larga. Tan pronto como llega el juicio, mi interés aumentó considerablemente y sentí que me sumergía realmente en la historia. Por desgracia, desde el principio puedes intuir por donde van a ir los tiros. En general el libro se me hizo bastante pesado. Según el capítulo, me entretenía más o menos, pero no sentí especial simpatía por ninguno de los personajes, ni siquiera Atticus o sus hijos. Creo que el problema ha sido que me aburren las historias cotidianas, es decir, aquellas que relatan el día a día. La autora tiene por objetivo enseñar al lector cómo era la situación de América en la década de los 30, y se centra principalmente en criticar el racismo. Todo el mundo sabe que las personas de color eran tratadas como animales, no contaban con los mismos derechos que "el hombre blanco" y se les marginaba o usaba casi como a esclavos a cambio de un sueldo miserable (por desagracia, hoy día aún hay situaciones así...) Este libro trata de mostrarnos que no importa lo conscientes que seamos de la injusticia, siempre existirán los prejuicios. La sociedad tiene arraigados esos pensamientos y, aunque hagamos todo lo posible por expulsarlos, siempre estarán ahí porque es difícil erradicarlos. Además, muestra otro tema que puede ser interesante para debatir. Actualmente se nos enseña que debemos creer siempre a la víctima de violación, acoso, agresión... y otras formas de abuso. Sin embargo, este libro nos invita a poner en duda la versión de la víctima porque su acusación se centra en el color de la piel del hombre. ¿Creemos en la víctima o creemos en el supuesto violador, que puede haber sido acusado falsamente debido a que es un hombre negro? ¿Verdad que es una situación complicada? Puedo entender por qué este libro es un clásico, pero considero que se ha ganado únicamente esa etiqueta por el tema que trata. Su esencia es la crítica social, con un mensaje muy fuerte e importante que hará reflexionar, pero nada más. El resto de la novela es fácil de olvidar. No esperaba nada especial antes de empezar la lectura de este libro y me temo que lo he terminado más o menos con la misma sensación. Saludos ;) |
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