Las hijas de la tierra

Ambientada en la España rural y supersticiosa del s. XIX, concretamente en la zona vitivinícola de la Rioja Alta, nos presenta a tres hermanas (Gloria, Teresa y Verónica) que la gente cree que están endemoniadas o embrujadas simplemente porque son pelirrojas y zurdas, marcas del diablo para esas personas analfabetas. También tenemos al supuesto hermano de ellas, que somete a continuo maltrato físico, psicológico y violaciones a la mayor de las hermanas (Gloria). Viven de una finca improductiva que guarda grandes secretos. Respecto a las otras dos hermanas, Teresa es la científica de las tres y a la que internaron en un centro psiquiátrico porque es lesbiana. Y la pequeña Verónica es un genio de la música y muy sensitiva.
Las tres van estrechando lazos para combatir la maldad de su “hermano” Rafael, el cual intenta por todos los medios destruirlas y demostrar el poder que tenían los hombres en esa época simplemente por haber nacido con ese sexo.
Pero las hermanas hacen un descubrimiento sorprendente, su madre está viva y su cuenta que Rafael no es su hermano, sino que fue comprado por su padre al guardés de la finca, ahora alcalde y cacique del pueblo. Debido a esto y a la ayuda de unos inversores extranjeros, más el asesinato de su padre y el encontrar una gran cantidad de botellas de vino escondidas, hacen que las hermanas consigan mejorar su situación económica y puedan invertir en la propiedad.
La trama de la novela gira en torno a las creencias populares sobre el mal, y el mal en sí mismo. A lo que podemos unir la fuerza que tiene al unión entre hermanos (o personas con un trato especial) que es capaz de derribar cualquier muro. Así como en el poco valor que se le concedía a la mujer en España, situación que duró casi hasta finales del s. XX, especialmente en la España rural, siendo estas marcadas de brujas o demonios por tener mejores conocimientos intelectuales, técnicos, manuales, etc.) que los hombres de la zona. Este hecho implicaba que el común de los hombres denotara su miedo a no ser superiores por razón de sexo calumniando, criticando, prejuzgando e imponiendo una forma concreta de actuar.
Con todo y con eso, nos enseña la lectura de la novela que tanto el progreso como la constancia son imparables para quienes quieren tener atemorizada a las personas de su entorno con cuentos terroríficos para que no cambie nada.
En el caso de las hermanas Veltran – Belasco esa determinación y su visión de futuro hacen que se les unan más mujeres a su desobediencia.
Por otro lado, también se puede entender la novela como la historia del inicio del despegue internacional del vino riojano y de la recolección por mujeres.
Como conclusión se puede decir que es la historia de superación de muchas personas, en especial mujeres, que poblaron o habitan este mundo bajo el yugo de sus opresores, sean del tipo que sean.